Entre los afectados por el cierre del aeropuerto estuvo el súbdito holandés Elbert Hanhart, que tenía previsto volar a Madrid con Iberia a primera hora de la mañana y desde allí a Amsterdam. Ayer, al borde de las dos de la tarde, permanecía sentado en el exterior del aeropuerto a la espera de que un familiar le trasladara de nuevo a la casa que tiene en El Puerto. Según manifestó a este medio, "la primera noticia que tuve acerca de que podía haber problemas para volar fue de madrugada, en torno a las cuatro y media cuando me enteré por Internet. Pese a ello me personé aquí esta mañana pero ha sido en vano". Elbert Hanhart tenía la esperanza de que la normalidad retornara al aeropuerto en torno a las cinco de la tarde. "Así al menos me lo han dicho varias personas que trabajan aquí". Las esperanzas de retornar a Holanda ayer desaparecieron unas horas más tarde. A modo de broma recordaba (por entonces desconocía que ayer no despegaría del aeropuerto de Jerez) que si tomaba el segundo vuelo previsto para las cinco de la tarde, el cual le fue buscado por su agencia de viajes en Holanda, "viajaré en clase Business y sin pagarlo".

Otro caso diferente, sobre todo por la urgencia a la hora de viajar, fue el de la pareja algecireña conformada por Diana y Antonio. Los jóvenes residen habitualmente en Frankfurt pero hacía unos días que habían iniciado sus vacaciones. Lo primero que hicieron fue volver a Algeciras, pasar unos días con la familia y, acto seguido, retornar a Alemania para desde allí bajar a Italia. "Fue a las ocho de la mañana cuando nos enteramos del problema. La verdad es que en Ryanair se han portado bien y nos han ofrecido la devolución del dinero o cambiar el billete a otra fecha". Esta posibilidad gustaba a la pareja "pero el problema radica en que el vuelo más inmediato que nos dan es para el sábado, con lo cual nos quedamos sin vacaciones". La pareja barajaba ayer la posibilidad de viajar en coche de alquiler hasta Alemania "pero o bien no quedan o no se alquilan para viajes internacionales". De este desagradable incidente ambos guardaban ayer un único recuerdo grato: "La forma correctísima en la que nos hemos comportado los afectados. No se ha perdido la calma en ningún momento".