Un hombre que responde a las iniciales de A.B. se ha sentado en el banquillo del Juzgado de lo Penal 1 de Jerez como principal acusado de un delito de atentado a funcionario público, lesiones y una falta de vejaciones, por agredir a un médico al no estar supuestamente de acuerdo con el diagnóstico, que hacía referencia a su enfermedad mental.
Lo curioso es que después de lo ocurrido, el acusado, que padece un trastorno obsesivo compulsivo, solicitó el ingreso voluntario en salud mental para ser tratado. La Fiscalía y la acusación particular coinciden en que cumpla la pena en el centro psiquiátrico penitenciario, aunque la acusación solicita además que indemnice con 4.000 euros al agredido y que pague las costas.
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