Provincia de Cádiz

Acepta 10 años de prisión por abusar de su sobrino nieto menor de edad

  • El pederasta amenazaba al niño, de 14 años a la fecha de los hechos, con matarse si contaba algo de lo sucedido a la familia

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a diez años de cárcel a un vecino de El Puerto de Santa María que abusó sexualmente de su sobrino nieto menor de edad.

El pederasta evitó la celebración del juicio el pasado 30 de enero toda vez que las partes implicadas en este procedimiento llegaron a un acuerdo. Así, el pedófilo reconoció ser el autor de los hechos denunciados y la Fiscalía modificó su calificación provisional de los mismos: eliminó el delito de corrupción de menores por el que solicitaba seis años de prisión y rebajó las penas de los delitos de exhibicionismo y provocación sexual (de un año a seis meses) y de abuso sexual a menor de 16 años con acceso carnal (de 12 años a 9 años y seis meses).

El tío abuelo reconoció los abusos y la Fiscalía rebajó su petición de cárcel de 19 a 10 años

El pederasta aceptó pues diez años de cárcel en total, una pena sensiblemente inferior a los 19 años que planteó en un principio el Ministerio Fiscal.

La sentencia, que ya es firme, da por probado que el ahora condenado hizo visionar al niño, de 14 años, películas de contenido pornográfico durante un viaje que realizaron juntos en el verano de 2015.

Poco tiempo después, en otro viaje, el pederasta acarició repetidamente al chico, le pidió que le diera un masaje y le propuso mantener relaciones, si bien el menor se negó. En los días siguientes, el tío abuelo siguió insistiendo en sus comportamientos eróticos hacia el menor.

En otra ocasión, apunta la resolución judicial, el pedófilo sugirió nuevamente a la víctima tener relaciones completas mediante la aplicación telefónica de Whatsapp. A tal fin, lo llevó a una casa deshabitada para consumar el acto sexual. Posteriormente, el tío abuelo ofreció a cambio a su sobrino nieto 10 ó 20 euros y la recarga de saldo de su teléfono móvil.

Según señala la sentencia, los actos sexuales se produjeron bajo las reiteradas intimidaciones del pedófilo, que le profería al niño expresiones tales como "si mi mujer sospecha algo, me mato" o "no se puede enterar la familia de lo ocurrido porque sería un problema grave". Esto ocasionó en el menor un gran temor y desasosiego.

En octubre de 2015, la víctima, en el contexto intimidatorio descrito, acompañó a su tío abuelo a un centro comercial y durante el traslado el ahora condenado, guiado por la finalidad de satisfacer su apetito sexual, acarició repetidamente a su sobrino nieto y le pidió un nuevo encuentro sexual que el menor rechazó en rotundo.

Como consecuencia de estos hechos el chico sufre trastorno por estrés postraumático de carácter grave, con predominio de sintomatología ansiosa y efecto depresivo.

El pederasta se hallaba en prisión preventiva por esta causa desde el 4 de noviembre de 2015, por lo que a la condena de 10 años finalmente impuesta por el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia habrá que restarle el tiempo que ya lleva privado de libertad.

La sentencia dictamina que el tío abuelo debe indemnizar a la víctima en la cantidad de 20.000 euros.

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