Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

Nos han pillado

Reconozco la conspiración que se fraguó en el periódico sobre el ataque injustificado contra la armonía que se vive en el PP

Vamos a decir la verdad; tienen razón, lo reconozco sin tapujos; hemos puesto en marcha una campaña para dañar al PP de la capital, así, con todas las letras. La cosa comenzó antes de que ustedes me acogieran por aquí, cuando una maquinación nada disimulada de nuestros antecesores, se empeñó y consiguió que perdieran unas elecciones. Del tal Perico, nunca más se supo. Así, de un plumazo, lo borramos del salón de plenos, pues buenos somos.

No contentos con eso, promovimos una constante campaña de persecución contra sus líderes hasta desestabilizar completamente la labor del grupo municipal. No conocíamos los límites; estábamos borrachos de éxito; íbamos a por todas. Conseguimos después de reuniones que llegaron incluso hasta el Consejo de Ministros, cambiar el anterior portavoz. Era una astuta estrategia para continuar con el cambio de rumbo que pretendíamos y que conseguimos. No fue fácil; noches enteras encerrados hasta altas horas en la redacción, no más de cuatro o cinco periodistas, café en ristre, poníamos todos nuestros contactos, la experiencia que acumulábamos a lo largo de décadas y todo nuestro rencor en dar un paso más. Después vinieron las copas en tugurios de mala muerte, todo sea por sacar una confidencia que nos pusiera en camino a lo que se cocía en las entrañas del partido.

Lo logramos. Fue incluso más complejo de lo que creíamos; nos vinieron muy bien los acontecimientos catalanes, una mera cortina de humo para facilitar nuestra labor de distracción. Agazapados esperábamos nuestro momento y llegó; la paciencia es una de nuestras principales virtudes y la semana pasada se puso a prueba. Enviamos un comando a Sevilla para poner a prueba nuestros más perversos métodos de control de masas. Infiltrarse en una reunión de cargos del PP fue sencillo, al fin y al cabo, Juanma no está casi nunca en Sevilla y no conoce a todos; hacerle hablar fue más complejo. Algún día les contaremos cómo lo conseguimos; si lo hiciéramos hoy, tendríamos que matarles. Después vino todo rodado de no ser por la sagacidad de aquel que se fotografió delante de quien dice que son de los suyos para denunciar nuestros movimientos. Muy hábil amigo, nos has descubierto; pensábamos que te la íbamos a dar, pero bueno eres tú, no se te escapa ni una, mira hasta dónde has llegado con esas capacidades.

Esto, o al menos buena parte de ello es lo que algún cargo popular se cree que pasó. Por cierto, todo es una broma, ¿vale?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios