Tribuna

Miguel Guijarro Hernandez

Economista

Perspectivas económicas para 2017

Subirán los precios sobre un 2% en el ejercicio, lo que restará capacidad adquisitiva y podría comprometer el incremento esperado del consumo y la ralentización del empleo

Perspectivas económicas para 2017 Perspectivas económicas para 2017

Perspectivas económicas para 2017

Comienza un año nuevo y se nos presenta con luces y sombras. El PIB español crecerá este año sobre un 2,5%, aproximadamente. Un buen dato, pero indica la existencia de una desaceleración respecto a 2016. Esta desaceleración tiene componente interno (menor tirón del consumo y de las exportaciones) y externo (menor crecimiento de la economía mundial). El crecimiento de la Eurozona será muy pobre. El crecimiento español dará lugar a un PIB parecido al de antes de la crisis, pero con muchas desigualdades que no se están solucionando. El reparto de la riqueza no se hace por igual y hay aun españoles, muchos, que no notan el crecimiento y que posiblemente no lleguen a notarlo nunca.

Los beneficios empresariales han comenzado a crecer, pero la financiación a las empresas aún está en niveles muy bajos. Una parte de esos beneficios se está usando para desapalancarse pero las incertidumbres y el exceso de stocaje producto de la crisis, retrae nuevas inversiones. La nueva fiscalidad a las empresas demorará el inicio de nuevos proyectos y retrasará la inversión y la nueva creación de empleo.

Subirán los precios sobre un 2% en el ejercicio, lo que restará capacidad adquisitiva y podría comprometer el incremento esperado del consumo y la ralentización del empleo. Los precios del petróleo subirán este ejercicio y ello se sentirá en la estructura económica al encarecerse la energía y el transporte.

La construcción está siguiendo una línea de activación nuevamente. Hay una gran bolsa de demanda embalsada que no puede acceder a la compra de viviendas, por falta de capacidad adquisitiva. El crédito hipotecario se está incrementando, pero la banca y los tenedores de viviendas necesitan sacar al mercado todo el stock disponible. Esto podría ralentizar la subida de los precios medios de las viviendas, si bien subirán en aquellos lugares donde exista demanda solvente, fundamentalmente sectores de clase media alta y alta.

Por otro lado existirá una enorme incertidumbre geopolítica que afectará a la economía. Se prevé una subida de los tipos de interés en los EEUU, esperemos que se realice con cierta lentitud y espaciamiento, lo que proporcionará que una gran masa monetaria acuda a ese mercado. Liquidez que utilizarán para financiar su propio crecimiento. Se apreciará el dólar y se depreciará el euro respecto a él, por lo que se verán desfavorecidas las exportaciones americanas. Tendremos un año lleno de incertidumbres políticas internacionales. El Brexit en Europa. Un hecho que aún no se encuentra descontado suficientemente y que afectará, sin lugar a dudas, a la libra. Grecia seguirá con sus problemas de ajustes. Trump en EEUU pretende bajar impuestos y gasto público y llevar al país a la senda del proteccionismo, lo que perjudicará el comercio internacional.

En Europa tendremos elecciones en Alemania, Francia y Holanda, lo que producirá un posible incremento de los populismos. Y, China, que se encuentra en un ajuste importante, con una masa anual de trabajadores intentando entrar en el mercado de trabajo y con un crecimiento débil en función de las necesidades. La segunda economía mundial pondrá en entredicho el crecimiento del resto.

Ante ello, España deberá de enfrentarse a las necesarias reformas pendientes: la Administración debe ajustarse. El exceso de regulación del mercado español crea problemas internos. El mercado laboral necesita profundizar en su reforma. Debemos darnos cuenta que no puede seguir siendo el de mayor paro estructural del mundo civilizado. Hay que reformarlo y liberalizarlo sin que los trabajadores pierdan la protección. Las pensiones, esa gran olvidada, necesita de un pacto de Estado para poder darles continuidad. Y, un pacto básico para el futuro: la educación. El mundo está cambiando hacia un sector como el de los servicios, donde ya nada será igual que antes. Este cambio necesita de gente formada y, no en términos generales sino de forma especifica, para las necesidades de los mercados. No nos podemos permitir que nuestras universidades sean una fábrica de parados incapaces de encontrar trabajo en lo que fueron formados o que, después del coste que supuso para el país, se vean obligados a emigrar.

El Estado de bienestar se encuentra en momentos muy delicados. La pirámide poblacional indica que España, y Europa en general, no tienen capacidad de romper la dinámica de una población que envejece. Para eso necesitaremos de la inmigración y esa aportación de extranjeros al país tendrá consecuencias.

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