El regreso de Antonio Muñoz al Cádiz ha devuelto al club los contactos publicitarios con empresas gaditanas, que el grupo de Baldasano había dejado de lado pensando que el parné estaba fuera y que el prestigio del equipo sería mayor con marcas de renombre. El fondo del asunto es una cuestión empresarial que escapa al criterio del profano. Pero una vez recuperado el contacto con el empresario de aquí, parece lógico que el Cádiz fije también su vista en el acontecimiento que está llamado a transformar la capital y prepararla para el futuro: la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812.
Entre tanta publicidad como se muestra en las equipaciones del Cádiz, y sin dejar de lado el propio centenario del club, se podría plantear que el equipo luciera en sus camisetas, una vez que terminara el contrato con el actual patrocinador, el anuncio del Bicentenario de La Pepa, al modo en que en Zaragoza se luce el logotipo de la Exposición del Agua del próximo año.
Es evidente que en este caso es fundamental conocer el dinero que puede recibir el Cádiz por este concepto. O al revés, el presupuesto que el organismo u organismos responsables, de carácter público, deben aportar para que el primer equipo de la provincia pasee por España la futura conmemoración. Incluso ayudaría a que los gaditanos comiencen a sensibilizarse con esta efemérides que tanto llevan a gala cuando se habla de la cuna de la libertad y que tampoco se conoce tan a fondo.
Si el objetivo es que toda la ciudad se involucre en este histórico aniversario, no estará de más que también lo haga el mundo futbolístico. Incluso, si me apuran, se podría ir pensando en un Trofeo Carranza con un formato distinto, de claro corte iberoamericano y con equipos de renombre de aquellos lares tan hermanos y que, generalmente, tan buen resultado han dado en este torneo. Todo es cuestión de trabajar con tiempo y con tino.
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