Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Un punto de Contrición

Muchas oportunidades ha tenido Puigdemont. Sólo queda el arrepentimiento del último instante

Mañana acaba el plazo concedido a Puigdemont para que aclarare si declaró o no la independencia de Cataluña y si acepta la convocatoria de elecciones autonómicas, celebradas con arreglo a la ley de régimen electoral española, pero la presidencia de la Generalitat anunció ayer por la tarde que Puigdemont no acudirá al Senado, ni hoy jueves, ni tampoco el viernes. Se justifica la ausencia en que dicen que el Gobierno ya tiene decidido aplicar el art. 155. Como prólogo, quiero recordar que para los asuntos relevantes el Estatut catalán exige una mayoría de dos tercios, que supone el voto afirmativo de 90 diputados. Sin embargo, la DUI -que se supone es un asunto de la máxima relevancia- no fue votada más que por 72 diputados, manifiesta ilegalidad que vulnera sus propias leyes, sumándose a las muchas cometidas.

El art. 155, que hasta el momento nunca se ha aplicado, necesita de la aprobación de la mayoría absoluta del Senado y del previo requerimiento al presidente de la Comunidad, cuando una autonomía no cumple las obligaciones que la Constitución u otras leyes le imponen, o si actúa de forma que atente gravemente al interés general. En principio, el Gobierno, que contaba con el apoyo de C's, recibió con satisfacción el del PSOE, aunque no lo necesitara por su mayoría absoluta en el Senado, expresado por boca de su secretario General. Pero primero Iceta, secretario general del PSC, declaró que el art. 155 se paraba si se convocaban elecciones por la Generalitat. Luego, su portavoz parlamentaria, la señora Robles, ha manifestado que el PSOE no apoyará el 155 si Puigdemont convoca elecciones. Con estas declaraciones parecía haberse iniciado la división y la polémica entre los constitucionalistas , porque ministros del Gobierno dicen que no basta con la convocatoria de elecciones, ya que esto no supone, por sí solo, que la Generalitat empieza a cumplir la Constitución, y sobre todo, porque no se retiraba la declaración de independencia, luego fue suspendida.

Esta controversia no tiene ya ningún sentido, porque como mantienen la declaración de independencia y mañana se agotan los plazos, la aplicación del 155 es inevitable. La ANC ya ha convocado para celebrar la llegada de la República y, aislado por su guardia pretoriana, Puigdemont se instala en el Palau, protegido por sus GEI. Muchas oportunidades ha tenido Puigdemont. Solo queda el arrepentimiento del último instante. Como en el Tenorio de Zorrilla, hasta que no cae el último grano en el reloj de la vida, con un punto de contrición, se obtiene la salvación.

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