Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Columna vertebral

Ana Sofía Pérez / Bustamante

La peor novela del mundo

ME regalaron la novela La ciudad de los herejes. Iba a donarla a Madre Coraje, pero la niña que hay en mí me paró en seco cuando leyó: "Una historia sorprendente que revela el secreto del Santo Sudario". Y caí. Ya en la página 14 un personaje entraba en la celda de un monje y salía de su claustro (¿metáfora?). En la 17 "pudo saldar las deudas antes de que sus acreedores hicieran posesión de su casa". ¿Error de traducción? Miré la solapa: Federico Andahazi (que nos mira desde su foto como diciendo: "Ayayay, que sé más que Lepe y soy guapo") nació en Buenos Aires. ¿Se "hará posesión" en Argentina mientras que en España se "toma"? A estas alturas la niña que hay en mí ya había crecido: nuestro héroe Aurelio a ratos era cura y a ratos fraile. Una mujer del siglo XIV no tuvo que esperar a la Reforma de Lutero para ser furiosamente católica (dos siglos más o menos...). Pero lo mejor es el malvado duque Geoffroy de Charny, que se dispone a fabricar la reliquia por antonomasia para erigir una iglesia, hacerse nombrar párroco u obispo y forrarse. Así concibe la idea del sudario de Cristo. A él se le va la mayor parte de las páginas que le tocan dándole vueltas a sus problemas técnicos. Decide que no adoptará la imagen barbilampiña del Buen Pastor pues está claro que es una convención que se inspira en el moscóforo griego del 570 a.C. (era un humanista del siglo XX el duque). Decide que no lo hará negro (como tantas tallas del Mediterráneo) porque sabe más que Sánchez Dragó: los pigmentos diluidos en clara de huevo se oscurecen con el paso del tiempo. Para compensar tanta cultura su hija Christine vive una desgraciada historia de amor con Aurelio adornada de orgías homosexuales cada uno en su convento. Ella, de los trece a los quince años, urde una herejía en un epistolario que ni el de Abelardo y Eloísa. Ambos fundan una comuna cristiano hippy en Asturias, en un pueblo que desde entonces lleva el nombre de Villaviciosa (una joya etimológica). Al final, como Aurelio era clavado a Cristo sucede lo que se veía venir: que Geoffroy lo crucifica por motivos iconográficos. Yo me he sacrificado por ustedes: ahora que es verano, llévense cualquier otra lectura a la playa. O mejor báñense: no lean.

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