ALFREDO Di Stéfano es el oráculo del Madrid. El referente histórico y espejo donde se mira el madridismo contemporáneo. Sus opiniones son siempre muy tenidas en cuenta por la familia blanca, sobre todo las que se refieren al fútbol puro y duro. Ahora bien, cuando se mete en otros berenjenales deja patente una chochera considerable. Fue preguntado por Drenthe en una televisión holandesa y declaró que el jugador holandés del Real debería cortarse el pelo y quitarse argollas y pendientes. Vamos, como si Don Alfredo viviera en casa de una de sus hijas y se pusiera negro al ver a su 'nieto' Drenthe irse para la Punta de San Felipe con sus raftas y abalorios. "Toma, picha, diez euros y ve a Nicolás a pelarte. Que estás incapaz", le gustaría haberle dicho. Evidentemente, Drenthe ha agradecido sus consejos futbolísticos y ha rechazado el que se refiere a su estética personal. Que una cosa es que Di Stéfano sepa de fútbol y otra que se convierta en asesor de imagen de los jugadores.

Don Alfredo no entiende de pelos largos. En su época, los futbolistas lucían pelo corto. Como mucho, un buen bigotón viril. De ahí no pasaba la cosa. Ahora todo se ha ido de las manos. Los jugadores se han desmelenado y se colocan ¡hasta pasadas! Centro al área y remate de El Arrebato.

El mítico Don Alfredo podría abrir un gabinete de estética para asesorar a los jugadores más 'moernos'. Ya puestos podría aconsejar al entrenador del Betis que se haga la cirugía facial, que según los Biris tiene cara de guardacoches. Y aprovechar su gabinete para meter a Iniesta en la cámara de rayos uva y sacarlo cuando en vez de uva esté hecho ya una pasa. O recordarle a Messi que tiene pelao de niño interno y a Alves que sus orejas son buenas para hacer torrijas.

Iba a tener trabajo 'La Saeta Rubia' con tanto 'look' angango, tan extendido en el mundo del fútbol. Como que ya no se ven futbolistas elegantes. El último fue Machicha. Por lo menos.