El mundo se mueve muy rápido. Te distraes un poco y te supera todo. Los megabites y la tecnología puntera se convierte en un lenguaje imposible para muchos de los ciudadanos. Un simple móvil tiene tantas posibilidades hoy en día que se puede utilizar para casi todo antes que para su verdadera función, que no es otra que la comunicación. Cuando las cifras de analfabetismo están bajo mínimos, está surgiendo una bolsa importante de analfabetos en las nuevas tecnologías, es lo que se llama como brecha digital. Mientras que hay gente que domina un mundo cada vez más necesario para cualquier aspecto cotidiano, otros se quedan atrás enfrascados en los papeles. Las administraciones tienen en sus manos tratar de que esa brecha digital cicatrice lo antes posible facilitando el acceso a las nuevas tecnologías a toda la población sin distinción alguna y eso no es tarea fácil.