LA época estival se caracteriza por un aumento considerable de las temperaturas, pero este verano ha sido particularmente caliente en cuanto al panorama futbolístico en nuestra bahía gaditana. El Cádiz CF aún no ha dado por terminada la temporada 07/08 y mantiene la incertidumbre de la categoría en la que finalmente militará. Pero los teóricos compañeros de aventura, según el calendario de la RFEF, en el Grupo IV de la Segunda B, Portuense y San Fernando están, por diferente motivo, en la misma situación que los amarillos.

Los portuenses y los isleños con graves problemas económicos que resolver, han tenido unas vacaciones demasiado movidas y con el riesgo de bajar de categoría en los de El Puerto o de una posible desbandada de futbolistas por parte de los azulinos, por las promesas incumplidas. Ambos equipos reflejan claramente lo que ha sido la tónica de una innumerable lista de clubes o SAD, que pretender vivir muy por encima de sus posibilidades, donde los gastos de cada temporada superan con creces a los ingresos previstos, fichando a jugadores con sueldos muy altos, birlándoselos a otros equipos que cuidan no excederse en los presupuestos, para elevar el potencial de la plantilla y participar en la competición con mayores garantías de éxito deportivo, pero con el exagerado riesgo de no poder hacer frente a los compromisos adquiridos, incluso el Levante pretendió que un fondo común pagara a los futbolistas, o sea, se hiciera cargo de los dispendios económicos realizados.

Los propios futbolistas deberían medir el riesgo que corren, al aceptar esas suculentas ofertas.