Dos inigualables joyas brillan con gran esplendor en la Seo gaditana. Las mismas, efigies de nuestros Patronos, fueron obras de la escultora conocida como 'La Roldana', que residió durante un tiempo en nuestra ciudad y a la que se le hicieron varios encargos.

Uno de los artículos más completos sobre estas bellísimas representaciones, lleva firma de Don Victorio Molina, Correspondiente de la Real Academia de la Historia. El mismo, aparece publicado en el extinto 'El Correo de Cádiz' en 23 de julio de 1919. Bajo el título 'Santos Patronos', serviría como gran alabanza al tercer centenario de su patronazgo. Ha sido mi intención completarlo con algunos otros apuntes descubiertos para una mejor noción. "Al tratar de la representación iconográfica de nuestros Santos Patronos, concedemos prelacía, siguiendo la prioridad de perfección o excelencia, a las notables efigies debidas a la famosa escultora Luisa Ignacia, hija del sevillano Pedro Roldán, conocida en el mundo de las artes como 'La Roldana' (Sevilla, 8 de septiembre de 1652 - Madrid, h. 1706). Son las que actualmente se veneran en sendas capillas de la nueva Catedral, de donde salen los días de su fiesta y en la solemnidad del Corpus. (…) En el año de 1687, en Cabildo de 10 de Marzo, el Regidor Don Diego Rendón Sarmiento propone que "pues en esta ciudad se halla Doña Luisa Roldán, mujer de Luis Antonio de los Arcos única escultura destos tiempos, se le encarguen nuevas imágenes de los Santos Patronos que sustituyan a las antiguas deslustradas por el tiempo"1, aceptando en Cabildo la propuesta y dando comisión para su efecto al proponente y a Don Juan Plácido Paje, diputados en dicho año para la fiesta de los Patronos. En 24 de Marzo los referidos diputados de Patronos dan cuenta del ajuste de la obra "en madera de sedro pulidos encarnados dorados y estofados con sus peanas en ttoda perfección con Luis Antonio de los Arcos y D.a Luisa Roldán su mujer, principal artífice la susodicha, que al presente se hallan en esta ciudad y vinieron a ella a pedimento y ynstancia del Cavildo eclesiástico para la hechura de los Pattriarcas y ángeles del nuevo monum.o, en quattro sientos Escudos de los que conforme la nueva Pragmática corren en estos Reinos a diez Reales de plata cada uno que hasen seis mill Reales de vellón, haviendo propuesto la dicha D.a Luisa que solo siendo cosa tocantte a esta Ciud.d y su Cavildo los admite, respecto de ser corta porsión por el gran travajo y costo en ello se a de tener, pero queda en la confianza de que agradándose de dha ymágenes se le hará algún agasajo por bla de ayuda de costa". Propuso además el mencionado Rendón Sarmiento que "en conformidad de lo que muchas vezes se a discurrido" se les hiciesen a los Santos "Cruzes Palmas Diademas cadenas y grillos de Platta", y que se encargó "al maestro y platero, vecino desta ciudad, Juan Laserna" por un valor de "trecientos y diecinuebe escudos de acres de plata, cada uno por el valor de veintinueve marcos de plata que pesan2", todo lo cual fue acordado íntegramente por la ciudad. En 7 de Agosto, según manifestaciones del expresado Regidor, se estaban labrando las esculturas y los objetos de plata, y en 1º de Octubre dio cuenta de hallarse de todo punto acabados, acordando la ciudad "se traigan a la sala capitular para que desde ella se conduzcan a la Santa Iglesia Catedral donde han de estar y se haga el entrego de ellos".

Y así que fue, como lo narra en otro acreditado artículo para su Diario La Palma Don Adolfo de Castro, un 22 de julio de 1888. "Fueron llevadas a ella por el Ayuntamiento y su seno desde las Casas Capitulares a la hora de vísperas de los Patronos. El Cabildo salió a las puertas del templo a recibirlas. Son imágenes modelos de belleza, de dulzura en la expresión y sobre todo de elegancia." (…) En 13 de Diciembre, fue presentada por los dos regidores comisarios, siendo remitida para su examen a los Contadores Mayores. La suma total del costo aparece en las Cuentas de Propios (Libro 8, folio 150), donde, para responder al cargo de 13000 reales de vellón librados por la ciudad. (…)Satisfechos los autores y el Municipio de la obra artística ejecutada, cuidaron de perpetuar la memoria de su origen en un documento fehaciente, que fue depositado en pequeño hueco abierto en la cabeza de la imagen de San Servando". Reproducimos parte de su texto: "Jesús María y Joseph. En el año del Nacimiento de nuestro Redemptor Jesu Christo de mil seiscientos ochenta y siete Reinando el mui Cathólico y Poderoso D. Carlos Segundo Rey de las Españas, y gobernando la Silla Apostólica Nuestro Padre Inocencio Vndecimo Pontífice de Roma.(…) que solicitando se hiziere con la m.or perfección posible, hallándose en esta Ciudad Luis Antonio de los Arcos, y D.a Luisa Roldán, su Muger, naturales, y vezinos de Sevilla, ambos de consumada opinión en el Arte de la Escultura y como tales llamados para la Fabrica del nuevo Monumento de la S.ta Iglesia Cathedral, les encargaron y pusieron a su cuidado el desempeño de la Ciudad y suio, con el maior primor así lo executaron de escultura, hermosura y ciencia del arte que se reconoce; encarnados, dorados, pulidos y estofados por D.n Thomas de los Arrcos Navarro, hermano de dho Luis Antonio de los Arcos y en el que se halla este papel es la efigie de S.n Servando. Y en ambas hechuras con sus Palmas, Diademas, Cruces Grillos, y Cadenas de Plata, las dedica, señala y costea esta Ciudad, y su Cabildo, para que por prendas suias estén en dha S.ta Iglesia, y en un día veinte y tres de Octubre de cada año se lleven en procesión en ella, y ombros de los Cavalleros Capitulares que es la fiesta de su Dotación. Todo en la confianza de que los Santos Mártires, interpondrán su Patrocinio, y ruego, pidiendo a Dios N.ro S.or la conservazión de esta ciudad". El artículo acaba de hermosa manera con este apunte acerca de la vida de la autora: "Fue modesta en su trato y de virtuosa conducta, y cuentan de ella que para trabajar en las imágenes de Cristo y de la Virgen se preparaba confesando y comulgando" Piadosa costumbre muy extendida entre los artistas cristianos, que envueltos en la lumbre del ideal santo, comunicaban a sus obras los destellos de su genial y sublime inspiración. Y esta luz, tamizada a través del alma exquisita y delicada de la insigne escultura, parece que se refleja en las notables efigies que labraron sus manos para honra del arte religioso y de la ilustre ciudad que las costeó".

"Se asemejan mucho a un San Miguel, de mano de la autora que se venera en la iglesia Prioral del Puerto de Santa María. La edad en que aparecen, es como recién salidos de la niñez: su traje es de soldados romanos, primitivamente fueron de color verde claro, al igual del citado San Miguel. Así los vimos cuando éramos niños, Luego se restauraron poniéndolos de los colores de rosa y violado. El célebre Cornelio Schut, sucesor de Juan Valdés Leal en la presidencia de la Academia de Bellas Artes sevillana, que fundó el gran Murillo, pintó igualmente a los Santos Servando y Germán con acertado estilo y hermosura de colorido, en el mismo traje que los de la Roldana, si bien en edad más juvenil3."

1. Se desconoce el autor de las primitivas efigies. Según acuerdo de Cabido a 30 de octubre de 1617, se mandaron hacer "de bulto, la hechura de los dichos Santos de estatura pequeña, y que se pongan en el altar de la capilla del Señor Santiago, que es desta ciudad, que está en el Hospital de la Misericordia y que se pongan a los lados del Señor Santiago". Estas, serían las que se conservan en la Iglesia de San Juan de Dios. También, anteriores a las de "La Roldana", están las de Francisco Villegas, realizadas en 1643 y que se encuentran en la Iglesia del Rosario.

2. Archivo Histórico Municipal de Cádiz, C4758.

3. Dicho cuadro, se encuentra en la escalera de nuestro Consistorio. Con él, se llevaba a cabo una antigua tradición, llamada el "Descubrimiento del Cuadro de los Patronos". Esto ocurría el día de vísperas de Corpus Christi, a las doce de la mañana.