HAY mucho de justicia poética en cómo la justicia ha detenido a "El Chapo", famoso narcotraficante fugado. Porque lo han trincado por entrar en contacto con el famoso actor Sean Peann con la intención de rodar una película sobre su vida. Ah, la vanidad… El trato con la estrella orientó a la policía, que dio con su paradero. Se mire por el ángulo por que se mire, tiene su cosa. Desde el ángulo nadir, nos permite sospechar que la policía mexicana investiga como navegaban los antiguos: por las estrellas.

En cambio, visto en contrapicado, está el cine y su pulsión por la mafia y los delincuentes mediáticos. Del héroe de la épica clásica se pasó al antihéroe de la novela moderna y hemos terminado en el contrahéroe posmoderno, hijo de un tiempo morbosamente hechizado por los villanos, como si fuésemos todos una manada de minions. Sean Peann, desde luego, va a la búsqueda (y capturarlo, que lo capturen otros) de su villano favorito.

Aunque para película, el ángulo picado: la propia historia. No falta ni la chica. Que es (ahora un primer plano) muy guapa. Se trata de la actriz Kate del Castillo, famosa también por protagonizar en La Reina del Sur el papel de heroína con contactos con la droga. Papel o papelina, el suyo ha sido un travelling de vértigo desde la ficción a la realidad, porque, en efecto, ha acabado contactando. Dijo ella por la famosa red social Twitter que confiaba más en "El Chapo" que en el Gobierno. Lo que agradó mucho a "El Chapo", como es natural. El hombre empezó a mandarle flores y fue el comienzo de una gran amistad. Que ambos han utilizado para ponerse en contacto con una productora de Hollywood para tratar de rodar la famosa película.

Pero lo interesante es el plano panorámico. Detrás de toda esta anécdota, se puede ver la ciega fascinación por la fama (común denominador, si se fijan, de todo el artículo), que a tantos ha perdido y que los grandes medios de comunicación y las redes sociales han exacerbado. Qué lejos están los tiempos del Zohar, texto cabalístico del siglo XIII, escrito por el judío español Mosé de León. Allí se avisa: "El mundo se conserva por el secreto". Pero ya se ve que "El Chapo" es más de series de televisión que del Zohar. Borges escribió La historia universal de la infamia. Sin salirse del tono del maestro argentino, ya va siendo hora de que alguien escriba La historia universal de la fama, tan infame o más. Y más letal.