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La cornucopia

Gonzalo Figueroa

De embustes y trolas

SE atribuye al educador inglés Benjamin Jowett, la afirmación de que "en el mundo circulan montones de mentiras, especialmente entre gentes cuya reputación se encuentra fuera de toda sospecha." En su amenísimo libro "Las palabras de moda", el catedrático José Antonio Hernández Guerrero identifica el origen del vocablo embuste con la denominación in-ustos, o sea, incombustibles, que el vulgo ignorante daba antiguamente a los charlatanes de feria que, para vender un ungüento, usaban la mentira "disfrazada con cierto artificio" agregando que "el embuste se diferencia de la simple mentira en el ingenio con el que está fabricado y, sobre todo, en la habilidad con la que se propone".

Este preámbulo viene a cuento en razón de la deuda que mantiene el Ayuntamiento de Cádiz a favor de la UTE-Cádiz, Unión de Empresas encargada anteriormente del aseo de la ciudad, según acuerdo suscrito el 28 de julio de 2006. En relación con dicho débito, El País señala en el suplemento de Andalucía de 25.4.08, que el líder de la oposición, el socialista Rafael Román, ha acusado al gobierno municipal de "oscuridad en la información que se ha pasado al pleno pero también ha habido engaño" ya que, en octubre de ese año y a preguntas del concejal de IU, el equipo de gobierno negó la existencia de tal obligación. Pero el asunto no se limita a la falta de veracidad de la alcaldesa y su equipo, algo de por sí muy reprobable, sino que ese silencio ocultaba, además, una deuda de más de 33 millones de euros a favor de la mencionada Unión de Empresas. Dentro de la buena fe que debe impregnar la política, faltar a la verdad constituye una violación gravísima de los principios que rigen aquélla. Y en este caso la omisión descrita supone una burla para los contribuyentes que en último término financian tales pagos con sus aportaciones.

Pareciera, pues, que el comportamiento del gobierno municipal gaditano en este caso se ajustaría a la definición del embuste, ya que supone un pretendido uso de "habilidad" en la fabricación de esa negación. Hay que observar, sin embargo, que la pretendida "habilidad" empleada en este asunto parece pobrísima, esperando que, en el futuro, el equipo de gobierno municipal se cuide de estos falsos pasos. Tenemos que huir con decisión de la filosofía del viejo tango, Cambalache: "Hoy resulta que es lo mismo/ ser derecho que traidor/ ignorante, sabio, chorro/ generoso o estafador…/".

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