Es verdad que iba un poco bebido cuando aquellas cinco mujeres se fijaron en mí y empezaron a seguirme a distancia riéndose entre ellas y yo cometí el error, con el puntito, de reír también, quizá coqueto; de eso pasaron a decirme cosas, vaya culito y a esa cosita que no le falte de . Apreté el paso, pero ellas corrían más y me rodearon, que si me tomaba una copa y dije que no, pero a ellas les dio igual, que iba provocando con ese pantalón marcándolo todo, que si no quería lío no fuera con esa pinta, pero que sí, que claro que quería , que a todos os gusta. Y que no y que no. Jaja, claro que sí, decían. Y no sé cómo acabé sobado, arañado y grabado, hecho un guiñapo. Claro, me dijeron luego los amigos cuando lo conté avergonzado, si es que te lo ibas buscando. Naturalmente, esto nunca pasó. A ningún hombre le ha pasado. Pero tú, machote, hazte una idea, piénsalo. Lo mismo no es tan divertido.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios