Estos días fallecía en Italia la abuela del mundo. La última superviviente del siglo XIX moría a la edad de 117 años y 137 días. La italiana Emma Morano reveló en una de sus últimas entrevistas que su secreto era no tomar medicamentos, comerse tres huevos y beberse dos copitas de aguardiente cada día. A tomar viento fresco las dietas milagros que inundan el facebook y que nos hacen gastar una pasta en dietistas y gimnasios. Al final, ni los huevos son tan dañinos como decía mi madre, ni los medicamentos son tan buenos como nos dicen los médicos, ni el alcohol es tan malo como nos alertan. Supongo que la predisposición genética de esta bambina de 117 años tendrá mucho que ver, pero no me atrevería a negarle que algo ha podido influir los tres huevos con los que le plantaba cara a la vida día a día. El que quiera, que le haga caso a la señora Morano, que saber sabía tela de supervivencia.

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