Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

La defensa del patrimonio

La ciudad no la hemos heredado de nuestros padres sino la tenemos en préstamo de nuestros hijos

La política es el arte del fingimiento, nada de hacer posible lo imposible como se decía hace tiempo. Esto es para incautos que aún se creen la buena voluntad de nuestros gobernantes. La política es una actividad donde es más importante parecer q que hacer. Es más importante que el Gobierno parezca que ayuda a los pensionistas que ayudarlos, más importante mostrar dureza policial que medidas para reinsertar, más importante la reunión con los padres de las víctimas que la gestión policial. Puro teatro. El Ayuntamiento de Cádiz ha decidido crear un logotipo (uno más) para destacar el patrimonio de Cádiz en lugar de repararlo y conservarlo como es su obligación. Más importante aparecer como garante del patrimonio que defenderlo en la gestión y aplicar las normas aprobadas por el propio Ayuntamiento. Logotipos, entes, declaraciones , reuniones de todo tipo aunque al final se comete un atropello detrás de otro :guardacantones que se deterioran, portadas de casas-palacio estropeadas, pintadas en restos romanos, cañones que desaparecen de las esquinas, edificios que se deterioran hasta la ruina. Y lo que es peor: ni siquiera se cumple el propio PGOU. Basta darse un paseo por el Casco para ver comercios cubiertos de metacrilato verde limón, uso de aluminio en cierros y ventanas, anuncios en banderola, señales de tráfico mal puestas, papeleras espantosas, bidones de recogida de residuos en colores chillones situados junto a Bienes de Interés Cultural, propietarios que añaden una planta en sus edificios , lavaderos convertidos en suntuosos áticos, cables por fuera de las fachadas, colores espantosos en las paredes, brocales que se pierden, tráfico de columnas de mármol, patios que se cierran, mercado negro de objetos obtenidos en derribos y rehabilitaciones, obras sin licencias, comercios con mobiliario tradicional que se transforman o se cierran, uso de materiales modernos en obras de todo tipo. En definitiva, el patrimonio abandonado salvo por la heroica actividad de algunos defensores del legado que nuestros mayores nos legaron que se ven obligados a denunciar una tropelía detrás de otra. Sé que es una cursilería pero cabría emular el proverbio batussi : la ciudad no la hemos heredado de nuestros padres sino la tenemos en préstamo por nuestros hijos. No sé si así los ciudadanos primero y el Ayuntamiento después nos ponemos manos a la obra. Menos logotipos y más gestión. Menos palabrería y a cumplir las leyes y las ordenanzas.

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