La decisión de Teófila

Encabezar la lista del PP gaditano en mayo de 2019 no es lo mismo que volver a ser alcaldesa

La decisión de Teófila, por supuesto, depende de ella, pero no es fácil. Debe decidir si continúa encabezando la lista del PP gaditano en mayo de 2019, que no es lo mismo que volver a ser alcaldesa. Porque puede serlo o no serlo, depende de las circunstancias, algunas de las cuales (como la situación general de España dentro de un año) no se pueden valorar ahora. Y eso influirá en el resultado, para bien o para mal. Por otra parte, en la nueva política, las mayorías absolutas abrumadoras son prácticamente imposibles. Hasta 2011, el voto se polarizaba entre dos opciones políticas (en Cádiz entre una y media) y ahora hay cuatro. A la hora de pactar, si fuera necesario, tampoco es igual que la lista esté encabezada por ella o no.

La decisión de Teófila es difícil, porque debe valorar en el presente si prefiere que la recuerden por el pasado indiscutible, o jugársela en un futuro que no será como lo de antes. Presentarse, o no, a las elecciones municipales es diferente a retirarse de la política, ya que puede seguir como diputada por Cádiz, o ir al Senado si le apetece. Son otros puestos, donde puede ejercer responsabilidades de distinto nivel.

La decisión de Teófila, desde un punto de vista prudente, sería no presentarse a las elecciones municipales. Por otra parte, eso es lo que se le suponía, si se analizan los dos años y medio transcurridos desde que perdió la Alcaldía. Algunos votantes del PP (probablemente, no pocos) esperaban a una Teófila muy guerrillera contra Kichi, que intentara desalojarlo del poder antes de que cumpliera el ciclo de cuatro años, y que le diera caña en todos los plenos. Sin embargo, la oposición del PP sólo la ha ejercido Ignacio Romaní, y no ha sido ni más fuerte, ni más floja, sino que a veces ha pasado desapercibida. Se ha entendido en clave de resignación, excepto en contadas ocasiones. Tampoco han buscado una moción de censura con argumentos negociables.

La decisión de Teófila, en plan Teófila de siempre, sería volver a presentarse, porque nunca le ha tenido miedo a las causas difíciles. Se le reconoce el ímpetu, así como la vocación de trabajo, incluso por sus enemigos. Pero en estos años han ocurrido novedades, no sólo en Cádiz, que han alterado el escenario. Mantener la fidelidad del votante es más difícil que antes, porque el votante en general está cabreado y confuso. Fiarse de las encuestas en Cádiz es como jugar a la ruleta: si aciertan será por casualidad.

La decisión de Teófila, con ese panorama confuso, es como un duelo personal para elegir entre la pasión y la razón.

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