Mientras las ciencias avanzan una barbaridad, el ciudadano de a pie contempla con impotencia cómo se le viene encima un nuevo cambio tecnológico: el DVD está a punto de morir por culpa del llamado Blu-ray, que ya se ha impuesto en Japón y, por tanto, se impondrá en medio mundo. Pasará igual que hace años con los formatos de vídeo, cuando la sociedad se dividió en tres sistemas: 2000, Beta y VHS. Murió pronto el primero, el menos extendido, y el tiempo se encargó de enterrar el segundo dejando vivo el VHS que hoy, a duras penas, convive con el moderno e interactivo DVD, ahora a punto de ser desplazado por el nuevo invento. Al consumidor sólo le queda resignarse a estos cambios y, salvo que se harte, ir sustituyendo unos aparatos por otros hasta convertir la casa en una trastienda de Ivarte. Después querrán que la gente no se bajen películas por internet.