Con la venia

Fernando / Santiago

El chufla

PARA nuestra desgracia Pepe Petenghi ha dejado de ser un escritor costumbrista, como él mismo ha manifestado en estas páginas. Nos hemos perdido su descripción, con la meticulosidad del científico, de todas las especies de la fauna gaditana. Se han quedado en el tintero unos cuantos. En el ámbito del carnaval  las chirigotas del Selu y  ahora la del Love han suplido, en parte, la falta de constancia del único etólogo que nos quedaba en activo . Uno, en su modestia, quiere contribuir al estudio de los endemismos gaditanos y por ello me propongo analizar, en las próximas líneas, al chufla de Cádiz. En mi ignorancia lo primero que he hecho es recurrir al Diccionario de la Real Academia, pero no trae una definición convincente, motivo por el cual tenemos por un lado al espécimen y por otro a la palabra que lo señala. No es la persona que gasta  cuchufletas ni esto es un artículo de Pedro Payán ni yo tengo el Toisón de Oro ni ganas que tengo de tenerlo (¿para qué , si  no está pensionado?). Podríamos decir que el chufla de Cádiz es persona con poca sustancia , que lo mismo dice una cosa que la contraria, de escasa solidez humana e intelectual.  Su principal característica es la trasversalidad : lo mismo hay chuflas  entre la burguesía que entre el pueblo llano, entre el más humilde de los gaditanos o quien tiene tratamiento de excelentísimo. Cádiz tiene  un microclima tal  que si no te mantienes alerta puedes caer en el abismo. Es indifierente si tienes tratamiento de magnífico o de quillo, si eres de una peña o del alma alma de la ciencia, si sales o si entras. Has de tener sumo cuidado porque el chuflerío gaditano tiene una atracción formidable. Ya he dicho que no importan el rango ni el nivel, no importa si se es doctor o analfabeto , de la Semana Santa o del Carnaval, de Cádiz o de Puertatierra, de San Servando o de San Germán, de la Virgen del Rosario o de la del Carmen, del Nazareno o de La Palma, talibán o sevillita , de derechas o de izquierdas.  Es una característica esencial para comprender lo extendido del endemismo : lo podemos encontrar  agazapado tras cualquier título o actividad. De ahí la dificultad de su estudio y análisis por su inusual adaptación al medio . El chufla gaditano es mimético y tiene una habilidad natural para participar con énfasis en lo que sea. Se le conoce porque además de su ligereza y volubilidad es un personaje falso y campechano. El chufla de Cádiz pretende ser más gracioso que nadie, más de Cádiz que La Caleta y con un arte que no se puede aguantar. Suele ser pelota y lamioso hasta el extremo. Ahí van pues tres características del chufla de Cádiz : obsequioso,  gracioso y débil de mollera. Hay veces que uno puede divertirse al observar sus movimientos. Si uno se sienta en la calle nada más que tiene que observar con detenimiento la manera en que se dirige a cualquiera para decir con engolamiento la mayor obviedad, muchacho . El chufla gaditano está en franca expansión por lo que podemos llegar a tener el mismo problema que con las palomas : es preciso reducir la especie no vayan a contagiar enfermedades.

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