No sólo se baten marcas en los Juegos Olímpicos, también hay plusmarcas interesantes en la provincia y el otro día tuve la ocasión de batir mi mejor marca personal en uno de los deportes que mejor practico…la desayunística.

Fue en Jerez, en el Mesón Los Claveles donde me pusieron una rebaná de pan cateto que alcanzó, medición con cinta métrica incluida, los 44 centímetros de diámetro, lo que supone mi mejor marca del año y mejor plusmarca personal en esta búsqueda incesante que me lleva a buscar el desayuno más gigantesco de la provincia de Cádiz.

Ya me habían advertido de la generosidad panaria de este establecimiento situado en el Olivar de Rivero, cerca ya de la salida de Jerez hacia Arcos, y los hechos no me defraudaron. La servían en una bandeja de estas como de acero inoxidable en el que te ponen el pescao frito y con todo se salía de la escena por todos lados.

Igual que hay gente que busca mejorar su propia marca corriendo por las mañanas y van con reloj puesto en el brazo que le mide hasta las pulsaciones, pues también existimos un grupo de humanos que vamos buscando la rebaná de pan más grande para desayunar por la provincia, que cansa menos y además no hay que llevar el reloj puesto, sino más bien un buen cuchillo untador.

Yo creía que después de probar la rebaná de la Venta Candela o de asistir al espectáculo de la singular rebaná con café en vaso largo de la Venta El Pollo ya no me quedaba nada por conocer, pero Cádiz se supera día a día y está rebaná de 44 centímetros de Los Claveles supera todo lo conocido hasta ahora.

Vamos es que si vas a untar la rebaná con manteca colorá, es que hasta necesitas un descanso a media pan de lo que cansa el ejercicio…más que correr.

El Gigantismo desayunístico debería ser reconocido como disciplina de los Juegos Olímpicos. A mi me haría gran ilusión vestir la camiseta de España, representando a mi patria en tan difícil disciplina y enfrentarme a un japonés de Osaka, con cara de zumo de melocotón y ganarle con tres pegotones de manteca de ventaja la gran final.

Creo que debe desterrarse el minimalismo desayunístico. Esa gente que se come una "pulguita" con mermelada de kiwi…Eso no puede ser, que te llevas todo el día bajo de moral. Quién empieza la jornada con una gran rebaná ya no hay manteca que lo pare durante el resto del día, dice el refrán. A ver si los Reyes Magos me traen la Venta de los Click de Famobil que me he pedido y juego a los desayunos…que ilusión me hace. ¿Cómo será el lebrillo de manteca colorá de los Click de Famobil?

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