Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Desde mi cierro

Pedro Mª / González Tuero

Con buen gusto

Yno lo digo por aquello del "salpimentando" de la pasada semana, que este "buen gusto" no tiene nada qué ver con el exquisito arte culinario, sino que me refiero a la finura y elegancia con las que algunos -no muchos- opinadores de esto, construyen sus artículos y los da a entender. No crea mi lector que esto es fácil. Escribir lo que se piensa o decir lo que se quiere, necesita de una dosis importante de cordura, oficio y sensibilidad. Y no lo digo por mí -dios me guarde-, que lo que sé de esto es por simple teoría, por deformación que dicen del oficio o por costumbre; sino por el buen hacer de otros colegas y amigos.

Por eso, me encantó el artículo publicado la pasada semana en el otro, por mi admirada Adelaida Bordés. Pues esta interesante escritora isleña, con un tema que ni me va, confeccionó un artículo que más de un plumilla se lo hubiese querido. De estructura perfecta y enlazando sus párrafos con sus correspondientes ideas, que me parecieron excelentes. Texto muy coherente y cohesionado, como debe ser. Con exposiciones y sus argumentos. Equilibrado en su contenido y con un buen cierre, como mandan los cánones del buen gusto y del buen oficio. Empezando por el reclamo de su título, algo esencial en cosas como estas: "Inventar verbos"; lo cual me atrajo y me llevó al deleite con su lectura. Ya que en eso estaba, porque precisamente me encontraba en un trance similar, al tener en barbecho desde hace algún tiempo un nuevo verbo: "morenear", del que ya daré cuenta en este espacio si la autoridad y el tiempo lo permiten, aunque ya mi intuitivo lector se lo imagine.

Pero, a lo que iba, buen gusto el de Adelaida y correcta en su proceder. Aunque de esto, aquí en La Isla no hay abundancia. Aquí estamos acostumbrando al teórico lector a escudriñar en las opiniones que cuestan de algunos. Que parecen auténticos panfletos políticos, que en su contenido aburren al personal, y en la forma…, mejor no hablar. No hay ese buen gusto o ese equilibrio por respeto al lector, y falta esa sensibilidad que es primera en trabajos como estos. Sin cuentos chinos, más escuetos y persuasivos han de ser, si no, nos acercamos a la desidia y menosprecio del que se proponga a leernos. Y no me duelen prendas si halago lo que está bien hecho, aunque me calle lo que no lo está; así que, yo quiero aprender de Adelaida. Palabrita.

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