LA Audiencia de Málaga ha revocado de forma contundente una de las medidas más polémicas adoptadas por el nuevo instructor del caso Malaya: el auto por el que permitía a Juan Antonio Roca salir de la cárcel con el pago de un fianza de un millón de euros, que el imputado reunió en apenas 14 días. La nueva resolución judicial rebate todos los argumentos que el magistrado utilizó en su día para "suavizar" las medidas adoptadas contra el presunto cerebro de la trama marbellí, al cumplirse los dos primeros años de prisión preventiva. El propio juez en su resolución admitía que con la liberación del encausado se corría un evidente riesgo de fuga, dado el elevado patrimonio que los investigadores calculan que maneja el procesado en varios paraísos fiscales y que hasta el momento ha logrado sustraer del control judicial. El juez Óscar Pérez, pese a todo, consideró que la prolongación de la prisión preventiva era una medida excepcional y la desestimó. Ahora la Audiencia atiende la petición de la Fiscalía, el Ayuntamiento de Marbella y la Junta y prorroga ese encarcelamiento durante dos años más. Entiende que hay muy pocos casos como éste en que pueda justificarse una reclusión por la gravedad de los hechos, su alcance social, así como las penas que puedan imponerse. Además de desestimar por baja la cuantía de la fianza que se le impuso, insiste en la posibilidad de que Roca pueda escapar a la acción de la Justicia, más aún al estar también procesadas en la causa su esposa y su hija. La corrección del alto órgano judicial malagueño viene a introducir sosiego ante una decisión que nunca fue entendida por la opinión pública, pero tampoco por las instituciones afectadas directamente o indirectamente por el expolio sufrido en Marbella. Sólo la vuelta a prisión de Roca por el caso Saqueo ha permitido serenar este debate durante las últimas semanas. Ahora únicamente queda exigir a la Administración judicial que no agote este nuevo plazo de dos años sin que Roca y el resto de los imputados se sienten en el banquillo.