LA visita del Tenerife llega como la bomba de oxígeno que el equipo necesita para cambiar la dinámica negativa de los dos últimos partidos, donde se han cosechado sendas derrotas y, lo que es peor, la sombra de los puestos de descenso está más cerca.

Los chicharreros históricamente han salido derrotados del Carranza y en esta ocasión incluso llegan con la baja de su jugador más determinante: Nino. Pero el verdadero problema del Cádiz está en el propio equipo. Las bajas producidas han provocado que el técnico se vea obligado a un cambio de sistema para adaptar las cualidades de determinados futbolistas, toda vez que Parri, que mejora paulatinamente, no sea el hombre idóneo que se esgrimió por parte de los máximos responsables del club, como sustituto de Lucas Lobos.

La llegada de Natalio, Kosewski y Bangoura, le dan una nota renovada de interés a este encuentro; el español debutó en Motril y se le vieron cosas interesantes, el polaco vienen precedido de un buen curriculum, pero físicamente no se encuentra en su mejor momento, pero debido a la lesión de Nano y que Gustavo López tiene que descansar una jornada, seguramente el Carranza puede verlo en acción, mientras que el guineano lo tiene más complicado por estar Gastón Casas en la recámara.

Se acabó el plazo de nuevas contrataciones, el denominado mercado de invierno, y esperemos que a partir de ahora todos los integrantes de la plantilla piensen y trabajen con respeto hacia sus compañeros y al técnico, con el objetivo de intentar llegar a contactar con los puestos de arriba y dejar de lado los intereses personales.