El abrazo

Habrá que esperar. Porque se entrevistaron solo el tiempo suficiente para llegar a algún acuerdo no escrito

Podemos afirmarlo sin equivocarnos: Susana Díaz vino a Cádiz a abrazar al alcalde. Fue un abrazo de verdad, un abrazo sincero. De los que damos a la gente que nos cae bien, la gente que sentimos cercana y cordial. Ahora nos dicen los que conocen bien a González que es persona afable, simpática y que gana en las distancias cortas. Seguro que la foto del Diario ha dejado perplejo a más de uno. Otros habrán pensado que después de esa foto adiós moción de censura, mucho más cuando, además, la presidenta ha anunciado que llegarán millones y cosas. ¿Fran González? Ya sabía que no sería fácil. ¿Romaní? También ha debido extraer conclusiones. Como el cuidado que hay que tener si vas por el cable sin red. Y de Ciudadanos volviendo al punto de salida, a marinear por el palo siempre difícil de las urnas, la voluntad del pueblo soberano y gaditano.

Seguro que estás de acuerdo conmigo en lo del abrazo. Llegó como llegó a San Juan de Dios, que qué hospitalarios son algunos en Cádiz, y se fue en loor de asistentes a este abrazo distribuido al mundo y a Teresa Rodríguez, a la que no abraza precisamente. Es lo que hay. ¿Lo pendiente? Pues habrá que esperar. Porque se entrevistaron solos los dos el tiempo suficiente como para llegar a algún acuerdo no escrito. Umm... ¿Te huele a que se va? A Madrid digo. ¿Pone paz en la retaguardia? Previsible y todo lo que me digas pero nadie había previsto que la visita empezara como empezó y terminara con ese gran abrazo, que hasta Kichi cerró los ojos preso de una emoción insuperable.

No ha desleído el Concurso ni noticia alguna, todavía, ese abrazo. Está ahí clavado como un anzuelo en la garganta de un sargo grande. Y no he oído a la parroquia del anti susanismo ni una palabra más alta que otra, nada de nada. Parecía que la sangre llegaría al río pero nada, atención, oído cocina. ¿Se avecina un nuevo clima en los modos de relaciones? Sí, el Concurso lo llana todo y la gente respetará que estamos en Carnaval pero el abrazo de Cádiz no es el de Vergara, ni mucho menos, es el abrazo de la concordia entre los incompatibles, o no.

Viene el tiempo, imagino, de los subalternos, quienes deben poner el toro en suerte, el morlaco de los retrasos y los incumplimientos, todo el clima anterior que hizo al alcalde plantarse y pedirles la moción de censura o colaborar. De parte a parte. ¿Y en Sevilla? Es la cuestión irresuelta, Sevilla. O sea, digo: ¿Si se va a Ferraz deja Sevilla? Es otro abrazo.

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