Versiones del himno

En Cádiz les das una música y te hacen encajes de bolillos, o les sale un himno familiar a lo Pepperoni

Ha sido muy comentado el gesto de la cantante Marta Sánchez, que le ha puesto letra a su manera al himno nacional de España. Lo cantó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Con todos los respetos por su interés, y por su aportación, la letra me parece manifiestamente chunga y mejorable. Hay que adaptar el texto a la música, por lo que ciertas palabras se oyen forzadas, como las rimas metidas con calzador en los poemas malos. Su versión es una más, entre varias. Existe una letra de José María Pemán, que en principio debió ser la oficial, pero que a ciertos jerarcas no les gusta por motivos obvios. A veces se ha planteado la opción de convocar un gran concurso. Una Operación Triunfo del Himno y que la letra ganadora vaya a la Eurocopa, en vez de a Eurovisión

Es curioso que Mariano Rajoy y Albert Rivera se hayan apresurado a felicitar a Marta Sánchez por su patriotismo. Ella fue en su juventud una sex symbol, y con los años ha pasado a ser un símbolo del patriotismo hispano. En plena efervescencia de las banderas, en plena peleíta por ver quién saca más provecho del río revuelto, Rajoy y Rivera se han precipitado. Más que nada porque la letra no es para tanto. Pues empieza diciendo: "Vuelvo a casa, a mi amada tierra, la que vio nacer mi corazón aquí. Hoy te canto para decirte cuanto orgullo hay en mí, por eso resistí. Crece mi amor cada vez que me voy, pero no olvides que sin ti no sé vivir. Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón y no pido perdón". Esa letra, señoras y señores, hasta la podría cantar Puigdemont el día que vuelva de Bruselas. Vamos, que no es como El emigrante de Juanito Valderrama, que cantaba: "Adiós mi España querida, dentro de mi alma te llevo metía".

Lo mejor, sin duda, sería organizar un concurso. Y si Rajoy no quiere mojarse en esos charcos, ni aplicarle el artículo 155 al himno, podría convocarlo el Patronato del Carnaval de Cádiz, o un organismo de esos. En Cádiz hay talento para exportar. En Cádiz tenemos autores que les das una música y te hacen encajes de bolillos, o les sale un himno familiar a lo Pepperoni. En Cádiz se rima lo que haga falta, y no siempre con sencillez de moño y retoño. En Cádiz podrían ganar el premio, a nada que lo intenten. En Cádiz hay transparencia a raudales, por lo que siempre es mejor organizar un concurso que dar el premio a dedo.

Pero se quedará en nada. Es una serpiente de verano en invierno. Es una excusa para dar carrete a Marta Sánchez. Es un rollo malo, porque todo el mundo sabe que nuestro himno no se canta, sino que se tararea.

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