Torregorda es Cádiz

Extrañaría que quienes más lo han criticado se conviertan en los campeones de la zona azul para ponerse morados

Torregorda es Cádiz y tiene una playa muy bonita, a la que siempre se olvida, y una torre que evoca a la histórica que le ha dado nombre, y que limita con el centro de tiro de artillería naval. Allí está la frontera, señalada, y se acabó lo que se daba, porque ir más allá es peligroso, debido a las prácticas militares. Pero, de la frontera hacia Cádiz, existe una playa estupenda, que es tan gaditana como la Caleta, Santa María del Mar, la Victoria y Cortadura, que son las cuatro oficialmente asumidas, ocurrencias al margen. En este elenco playero, Torregorda es la gran olvidada, aunque en verano se pone a tope y está abarrotada muchos días.

Por eso ha sorprendido la propuesta de Horeca para extender la zona azul desde el Paseo Marítimo a Cortadura y Torregorda. Sorprende porque, en principio, no es una cuestión de su competencia. Por el contrario, sí que afecta al Ayuntamiento del cambio. Cuando gobernaba la señora Martínez criticaron la zona azul en verano, que parecía una mala idea de Pepe Blas Fernández para que Emasa recaudara más, como él mismo ha recordado. Sin embargo, una vez cambiados, todo ha seguido igual con el gobierno del señor González. El cambio era eso: hacer lo mismo, pero cobrando otros.

La propuesta que ha planteado Antonio de María, en nombre de la patronal de hostelería, para extender la zona azul sería más viable en el sector Cortadura. Allí está Nahu Beach, chiringuito de moda en años anteriores. Y, por supuesto, el Ventorrillo del Chato, uno de los mejores restaurantes de la ciudad, o incluso el mejor para algunas guías. Tanto la familia Córdoba, como la familia Cueto son dos de las principales en el sector de hostelería. Y es cierto que los aparcamientos de la playa de Cortadura, en teoría idílica, no sólo están tomados por coches de los bañistas, sino que funcionan como un camping gratuito donde las autocaravanas aparcan a sus anchas. Y hay de todo, y se hace la vista gorda.

Sin embargo, prolongar la zona azul a la zona de Santibáñez y Torregorda ya sería más discutible. Sus aparcamientos son como más ocasionales. Es decir, que para cobrar habría que adecentarlos, poner vigilancia constante y cerrarlos. En Portugal esto es frecuente en las playas. Pero aquí la gente está acostumbrada a que salga gratis. Por lo que extrañaría que quienes más lo criticaban se conviertan en los campeones de la zona azul, para ponerse morados.

La oportunidad es buena para que cuiden mejor la playa de Torregorda. Es la primera o la última, según se mire. Pero es de Cádiz.

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