En las últimas semanas estamos asistiendo a todo tipo de teatrillos donde nos intentan edulcorar una realidad que poco antes se ha mostrado mucho más amarga. Los políticos se empeñan en querer mostrar unidad aunque no se pueda ni ver al compañero que se tiene al lado. El jefe socialista Pedro Sánchez se dio ayer un pequeño tour por esa hoguera de las vanidades que es la Feria de Sevilla y coincidió con la todopoderosa presidenta andaluza, Susana Díaz, y archirrival del primero. Los dos intentaron mostrar normalidad pero las muestras de cariño eran tan forzadas que seguramente ninguno de los dos van a conseguir un goya o un óscar en la próxima edición. La Casa Real marcó el camino de la interpretación unos días antes cuando trataron de recomponer los pedazos rotos del jarrón de la concordia entre las reinas. Los posados son lo que tienen, que hay mucho de artificial.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios