Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Sorber y soplar a la vez

Estas asociaciones llevan una particular contabilidad a la que imputan todo tipo de gastos de la agrupación

Historia del abuelo Cebolleta: hace 32 años publiqué un reportaje en la revista Andana sobre el incumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de las agrupaciones de carnaval, lo que me supuso una discusión con un conocido comparsista al que admiro en el programa que por entonces llevaba Pepe Benítez en Radio Cádiz "sin pelos en la lengua". Como todo es cíclico, que dijo el viejo Marx, el pasado domingo se coló una inspección de trabajo en un concierto llamado La Gran Final, en la sala Momart, al objeto de comprobar si los integrantes de las cuatro agrupaciones que allí cantaban y los propios grupos tenían sus papeles en regla. Todos los que cobraban algún tipo de prestación salieron por piernas por lo que el concierto empezó con retraso, con las habladurías correspondientes . El asunto tuvo continuidad el pasado viernes por la tarde donde comparecieron los representantes de las agrupaciones que tenían alguna irregularidad, salvo de la de Juan Carlos Aragón que lo tenía todo en regla . Les han dado un plazo para corregir anomalías en una muestra de la condescendencia con que la administración trata al carnavaL. Muchas agrupaciones han formado asociaciones sin ánimo de lucro al objeto de poder cobrar sus actuaciones cuando lo hacen de de manera legal. Estas asociaciones llevan una particular contabilidad a la que imputan todo tipo de gastos (alojamiento, transporte, manutención) para no tener que tributar por esos ingresos. No hablamos de los cobros en B, harina de otro costal. El carnaval actúa igual que una parte no desdeñable de la sociedad, la de "¿lo quiere con IVA o sin IVA?" y otros fenómenos paranormales. Se da el caso sorprendente de que hay quien cobra del Estado mientras defrauda al mismo Estado. Si todo el mundo hiciera lo mismo no tendrían de dónde percibir su ayuda. Incluso los hay que cantan un repertorio lleno de lecciones de moral y de política a derecha e izquierda para luego en su vida hacer más trampas que Fú Man Chú, si se me permite el símil viejuno, cuando alguien señala tamaña incoherencia resulta amenazado con abogados y calamidades sin cuento. El también muy español puño de hierro y mandíbula de cristal. Haz lo que yo te diga y no lo que veas en mí, que decían antes los curas. Nadie duda que está bien que haya personas capaces de vivir del carnaval en una ciudad con el desempleo de Cádiz . Eso sí, no está de más cumplir con las obligaciones legales para luego así exigir a los demás. Mardito roedore.

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