LÍNEA DE FONDO

Pedro Manuel / Espinosa / Pespinosa@diariodecadiz.com

Scariolo y su jornada laboral

El nuevo seleccionador nacional de baloncesto dijo ayer que no piensa trabajar siete u ocho horas diarias

EVIDENTEMENTE no voy a trabajar siete u ocho horas al día". Así de tajante se mostró ayer Sergio Scariolo, el nuevo seleccionador nacional de baloncesto. Pues sí que viene con ganas de currar el italiano. Y es que debe ser durísimo entrenar al Khimki ruso -con lo chungos que deben ser los angangos moscovitas- a la par que se alecciona a la generación más talentosa parida por el básket patrio. Scariolo me parece un gran entrenador, con gomina incluida (qué envidia), pero en un momento de crisis mundial, con millones de parados en España, y gente haciendo jornadas laborales extenuantes, resulta cómico que pasarse siete u ocho horas viendo vídeos de baloncesto y dando palmaditas a tíos de 2,10 le parezca un esfuerzo sobrehumano. Desde luego el mensaje que ha enviado a su tropa es desalentador, porque ya me dirán qué fuerza moral tendrá para exigir compromiso y sacrificio cuando lleguen las concentraciones. De horas y horas preparando el torneo nada, dos carreritas, tres tiritos a canasta, una peliculita de media hora y baño y masaje. Tracatrán. Y vámono que nos vamos. Y a trincar. Veinte kilos de aquí, cincuenta de allí, y la publi y... en fin. Vamos, que para lo que dijo ayer se podía haber quedado en la gran madre Rusia. Me molesta pensar que todos los logros conseguidos por el baloncesto español se estén produciendo por simple inspiración de los Gasol, Navarro, Calderón y compañía, que cuando a ellos se les pase el arroz la Federación no habrá previsto un plan alternativo. Porque José Luis Sáez lleva unos meses jugando al pim pam pum con sus entrenadores. Primero declaró la guerra a Pepu por un quítame de ahí esos celos, después le dio el equipo a Aíto, aun a sabiendas de que el catalán podía traicionar su compromiso para firmar con Unicaja y sus billetes verdes, y por último se ha acordado de Scariolo, al que sí le permitirá compaginar su cargo como entrenador del Khimki con el de seleccionador. Y ahora Scariolo no tiene ganas de trabajar. Con el paro que hay.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios