EL ALAMBIQUE

Enrique / Alcina

Reyes chocaos

AYER llegaron las felicitaciones de mañana. Qué velocidad, oiga. Correos no corre; vuela. Pero a veces se estrella, como la noche que te dije, y a determinadas zonas de El Puerto no llegan ni las citaciones de Dios Mediante. Así que los Reyes Magos han montado un servicio de paquetería urgente privado, con subvención divina, para endiñar a los niños su merecido. Los monarcas de andar por casa a sus prestigiosos padres reclamarán la voluntad, pa cubrir gastos, y santas pascuas, que está la cosa mu achuchá. Baltasar ha perdido la tarjeta de crédito en medio de la marabunta, momento que aprovechó un listo para sisarle a un camello una posturita de felicidad artificial, y el nota va a tener que hacer uso de su dinero en efectivo. Dinero negro, por supuesto. Total, medio mundo hace lo propio. No hay más que ver el movimiento del parné en tiendas y quioscos. "Dame, dame, dame", la canción del invierno. Cuando alguien con cara de no decirle la verdad ni al médico entra en un establecimiento público con la intención de redimir sus culpas a billetazo limpio, observe con detenimiento la operación. ¿Estará tieso? ¿Mangonea a su abuela? ¿Debe hasta de callarse? Detrás de un dame viene otro dame, y luego una duda, y otro dame, y al final la cuenta asciende a una cosa mala, pero los gachós desenfundan y disparan con fuego ajeno. Economía submarina, se montó el belén. Melchor, sin ir más lejos, no entrega facturas ni de coña, y Gaspar deja fiao en los bares. Por sus partes, los niños eléctricos prometen venganza. El día menos pensado, los niños sacarán la recortá y ratatatá, ratatatá, ratatá, se acabarán las pamplinas y a juí la ilusión envuelta en papel de celofán. Más pronto que nunca, cuando conozcan la verdad, los niños se convertirán en niñatos. Mientras sus padres ocupan su tiempo en huir hacia adelante, ellos ajustarán las cuentas: las del euro y las de la dignidad humana. Ahora que ya es tarde para reclamar educación, y para hablar sin faltas de ortografía, convendría aprender de nuevo el significado de algunas palabras: gracias, por favor, salud, hipoteca y amor. Y no chocar a los reyes en la cabalgata con caramelos envenenados.

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