Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Recinto amurallado

Los días posteriores a Emma las comitivas del PP y de Podemos estaban formadas por una pléyade de pelotas

Desde su fundación la ciudad de Gadir fue un recinto amurallado, como esa oscura palabra parece querer decir. Los pobladores primitivos pusieron las viviendas en la zona alta y dejaron los arenales para enterramientos. El desarrollo posterior incidió en esa distinción con la protección que proporcionaron las murallas contra enemigos y contra los elementos. Murió más gente huyendo del maremoto del XVIII que los que se quedaron dentro sin contar la inestimable labor de la Virgen de La Palma. Así que las murallas defendían Cádiz de ingleses y de temporales. Al principio entre el camino Real y la playa había un cordón de dunas, luego las clases acomodadas pusieron chalecitos que con el paso del tiempo fueron sustituidos por una muralla de edificios salvo dos que resisten heroicos al final del Paseo Marítimo. El efecto de esta pared de cemento en el régimen de vientos hizo que se perdiera la arena hasta que el dragado de la canal de acceso al muelle permitió hacer un importante vertido desde Cortadura a Santa María del Mar en 1990. Ni la arena ni las murallas impiden que haya temporales que cuando son del Sur y se unen al mar de fondo con mareas de alto coeficiente terminan por atacar todo lo que hay a su paso, sea un lienzo de muralla o un chiringuito. Cuando se vaya el invierno el cambio en el régimen de vientos y de mareas volverá a traer la arena, aunque no sé si con la rapidez con que se la llevó .

Las murallas que defienden la ciudad necesitan de una reparación constante. Es de perezosos resolverlo todo con bloques de hormigón, como se hizo en los años 40 en el Campo del Sur y hace cinco años en Santa Bárbara. Es más barato soltar unos bloques aunque esta acción se cargue la belleza de la ciudad y su perfil. Los ingenieros son así: si la técnica lo permite,¿por qué no hacerlo? Dijeron que los bloques de Santa Bárbara no se verían en marea baja y cualquiera que eche un vistazo comprobará que fue una vil mentira. Espero que la falta de experiencia y de pericia de nuestros gobernantes locales no facilite que acepten otra suelta de bloques allá donde el temporal haya dejado su huella. Es suficiente con que tengamos el Campo del Sur lleno de gatos y de sus alimentadores oficiales. Los días posteriores a Emma las comitivas del PP y de Podemos a cuyo frente iban destacados dirigentes políticos estaban formadas por una pléyade de pelotas, esperemos que sirva para algo. Si la Junta no ha hecho acto de presencia es porque están trabajando en los despachos para solucionarlo todo. Aro, aro.

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