Aveces, los ciudadanos, sin pensarlo, sin proponérselo y sin aspavientos, desmuestran que las cosas pueden ser más sencillas y naturales de lo que parecen. Barrio de Astilleros. Desconectado del paseo de Puntales-La Paz desde hace un tiempo por la obra del segundo puente. Bajo esta obra de ingeniería moderna, otro paseo. Los gaditanos de ambos lados del tercer acceso llevan esperando mucho tiempo para disfrutar de esa conexión. Quieren correr, andar o ir en bicicleta. El paseo está finalizado, pero el Ministerio de Fomento no lo abre. Quizás esperando a hacerlo con pompa y boato. O no hay presupuesto ni para comprar en un refino una cinta de la bandera española para el corte inaugural. Quién sabe. Mientras, los ciudadanos, como decíamos, lo hacen más fácil. Ya pasean por allí. ¿Apartando una valla? Puede no ser lo más legal, pero se adelantan a la política, a la burocracia. De lo contrario se morirían de asco.

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