EMPEZAR el año recordando que estamos en posición de descenso puede parecer falta de optimismo pero, por desgracia, es la posición que tenemos a día de hoy. Y lo digo, lo cuento y lo recuerdo porque dicen los entendidos en recuperaciones (no pertenezco a ese selecto club) que el primer paso para solucionar un problema es admitir que éste existe. Pues bien, vamos a enterarnos y a asumirlo: Houston, tenemos un problema. Estrategias evasivas como el "queda mucha liga", "todavía es pronto para hablar de crisis" o el tan manido "nos está faltando algo de suerte" hacen mucho daño al desgraciado que profiere la frase y encima se la cree.

Cuando se agarra el toro por los cuernos se evitan embestidas mayores. Ese creo que debe ser el propósito de los jugadores y técnicos del Cádiz para el año que acaba de empezar. Y es que si me preguntan ustedes si estoy preocupado por la situación del equipo no les puedo decir que no. Convencido de que vamos a bajar no lo estoy pero con mieditis sí, para que vamos a engañarnos. El año del último batacazo nos fuimos de vacaciones navideñas a cuatro puntos de las plazas de ascenso y al final descendimos. Así que figúrese usted la jindama que me ronda cuando este año nos hemos ido de vacaciones a diez puntos del ascenso y en puestos de caída libre al pozo de Segunda B.

Mi intención con estas líneas no es sumir al cadismo en un acojone similar al de la profecía del calendario maya del 2012 sino invitar a la reflexión y al trabajo en equipo para salvar esta temporadita de manera digna y ya vendrán tiempos mejores. Esperemos que la climatología se apiade de nosotros y podamos ver hoy un partido sin lenguados en el punto de penalti ni pijotas en el área chica, de tanta agua como ha caído. Ojala tras la tempestad empiece a llegar la calma, tanto en lo climatológico como en lo deportivo.

Yo confío en los que están, afortunadamente, porque si tuviéramos que esperar salvaciones de los que han podido venir en el mercado de invierno… que Dios nos coja confesados. Los que nos han metido ahí están plenamente capacitados para sacarnos del mismo sitio. Así que a ponerse el mono de trabajo, que el rival de hoy no es precisamente una bicoca y si está en la zona e arribita por algo será. No me gusta nada el rival para empezar una reacción.

Para el nuevo año lo mejor que podemos pedir es una victoria esta tarde ante el Nastic y si puede ser con buen juego, mejor que mejor. Si no se gana le podemos pedir una victoria a los Reyes Magos y si estos no nos hacen caso, le podemos pedir ayuda al Dios Momo por febrero. Si Momo pasa de nosotros podemos esperar ayuda del Nazareno en Jueves Santo y si todo esto falla… pues lo mismo nos quemamos antes de las barbacoas.

Resumiendo, que la ayuda celestial está mu bien y será bienvenida pero como las ganas de uno no hay nada. Año nuevo, vida nueva. Esperemos que el dicho se cumpla y que el 2010 nos traiga hoy la primera de muchas tardes de alegrías para el cadismo. Feliz año a todos.