CÁDIZ ha dado hijos ilustres en todas las facetas del quehacer humano: científicos, artistas, políticos. Y en el mundo de la escena hemos tenido paisanos muy destacados, como es el caso del eminente actor José Sánchez Albarrán, más conocido por sus íntimos como Pepe Albarrán. Como recordaba días pasados este Diario, falleció en nuestra ciudad hace ahora 125 años, un 17 de febrero de 1883, cuando contaba 58 años de edad. Fue una de las más grandes figuras de la escena españolas, triunfando en los teatros de toda España e incluso en Lisboa y Oporto. Muy joven llegó a ser primer actor y director y puede decirse que en su larga carrera artística actuó con todos los primeros actores y actrices, dirigiendo y enseñando a muchos de ellos de cierta categoría. Representó más de dos mil caracteres distintos, y en los dos tonos de sus Memorias publicó los representados y los numerosos teatros en que actuó. En Cádiz, lo hizo en el Gran Teatro, en el Principal, en el Balón, en el Circo Bedoyas y en el Circo Quintero. Su indiscutible talento hizo que en una misma noche le aclamaran en los papeles protagonistas del drama Don Juan Tenorio y de su parodia Juan el Perdío.

Era modestísimo en su trato y mereció por sus grandes cualidades artísticas ser premiado en Academias y Sociedades de Cádiz, Málaga, Granada, Santander, La Coruña y Valencia. José Sánchez Albarrán cultivó también la literatura, escribiendo infinidad de artículos y muchas obras teatrales, todas estrenadas con éxito, y entre las que podemos destacar Lo que puede el interés, Cada oveja con su pareja, La casa de campo y Con título y sin fortuna. Como poeta dice de él su biógrafo Pedro Canales: "No contaba aún Albarrán los catorce años de edad, cuando ya en periódicos literarios que se publicaban en Cádiz y en Málaga se leían poesías suyas, se buscaban, se repetían, y aún se copiaban para aprenderlas y recitarlas". Todo un personaje eminente.