Se inicia ahora la construcción de un nuevo puente en Cádiz, y es importante dar con el nombre adecuado. Los nombres que se barajan, aunque correctos, no son apropiados.

Todo el mundo sabe, en especial los niños, que el Puente de la Constitución son las vacaciones que tienen cuando el día 6 de diciembre cae en martes o en jueves. La imagen mental de este puente no se corresponde con la de una construcción, con lo que se les estaría confundiendo.

Por otro lado el nombre de La Pepa responde a circunstancias históricas que aprendimos en el colegio, pero también responde al sentido del humor de la época y hoy día, 200 años después, queda un poco desfasado.

El problema de asignar un nombre inadecuado es que se puede caer, por el uso y ante la falta de asociación entre puente y nombre, que se le dé el de un centro comercial.

La solución está en el objetivo del puente, y sabemos que el único motivo por el que se va a construir es para facilitar el acceso al estadio Carranza a aquellos cadistas que vivan fuera de Cádiz.

Por tanto, debe llamarse Puente Cádiz Club de Fútbol. Pero si es así, este puente deberá pintarse de amarillo y azul, con lo que la identificación será perfecta, y mediante luminosos o megafonía debería informarse a los viajeros de las últimas noticias del equipo.

Este nombre llamará a error, y los forasteros pensarán que el puente desemboca en el campo del Cádiz, cuando en realidad queda más lejos que entrando por el Puente Carranza.

Situación que está en consonancia con una ciudad en la que la Plaza de Toros no es plaza ni hay toros, y está situada frente a unos cuarteles que tampoco existen.