Cada lunes

Pedro / Payán / Sotomayor

Noche de paz

ESTA noche en Nochebuena, la Noche de Paz, la Noche de Amor, que canta el más bello de los villancicos. La Noche inefable que nos invita, sobre todo a los creyentes, a la serena alegría. Sí, porque al vivirla conseguimos de nuevo refrescar nuestro espíritu al dejar penetrar en él la fresca brisa de la sana y pura alegría del mensaje navideño. Ya está aquí otra vez la Nochebuena. Y pasan los años. Quizá ya no la sentimos como cuando éramos niños. ¡Con cuánta ilusión la esperábamos! Pero todavía sentimos en lo más íntimo de nuestro ser un gran gozo. Lástima que un cierto sector de personas se dediquen a denigrar la Navidad. La fiesta de la ternura no tiene nada que ver con el consumismo atroz que nos invade. Se está traicionando el verdadero sentir de esta conmemoración del Nacimiento del Niño de Belén. Para colmo, cada año, y en éste desde luego, se adelantan exageradamente la venta de los polvorones y turrones y la iluminación extraordinaria de calles y plazas. Con ello cuando llegan exactamente las fechas festivas casi todo el mundo está ya harto de fiestas.

Todo ello no quita para que haya un ambiente adecuado que pregonan los villancicos propios de esta hermosa celebración. Suenan otra vez "Campana sobre campana", "Una pandereta suena", "Los peces en el río", que aquí, en Cádiz, beben y vuelven a beber en la mar. Los sonidos, los olores, los sabores plenamente navideños. Las reuniones entrañablemente familiares. Y los nacimientos, bellos e ingenuos, una tradición que, afortunadamente, se mantiene año tras año. Todos estos elementos ayudan a mantener el esplendor de una fiesta única, pero no ahogan el auténtico sentido de la misma. Porque la Navidad es la mejor noticia que se puede esperar. Es la Esperanza para un mundo desnortado, entre sombras. Es uno no al enorme vacío de contenido y de ideales. El corazón debe levantar el vuelo a pesar de todo. Porque nos va a nacer un Chiquillo. ¡Tiempo de Navidad! Tiempo de añoranzas. Tiempo de nostalgias. Pero todo eso no impide que sea igualmente y, sobre todo, tiempo de gozo y de alegría. Para todos mis queridos lectores: ¡Feliz Navidad!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios