El pelotazo

José / Guerrero / 'Yuyu'

Motivos para la esperanza

RECONOZCO que esta semana estoy bastante más esperanzado con la marcha del Cádiz. Tampoco es que esté la cosa para tirar cohetes, pero al menos estamos sacando puntitos y poco a poco parece que estamos saliendo de la zona chunga de la tabla. Además, las declaraciones de jugadores y técnicos hacen pensar que la moral ha renacido en el vestuario y cuando uno se lo cree hay más posibilidades de sacar algo positivo que cuando uno lo ve todo de color negro.

Esta tarde en Vigo no hay excusas. La moral está alta, venimos de ganar un partido y además el equipo ha viajado en avión y está fresco. Aún así me parece que nos vamos a volver de vacío. Bueno, en realidad no, pero es que cada vez que escribo acerca de una victoria cadista, cada vez que tengo una corazonada acerca de un buen resultado… nos damos un batacazo. La última vez que tuve una visión positiva fue antes del partido ante el Betis, así que fíjense el ojo que tengo.

Por eso prefiero escribir que esta tarde el Cádiz no va a dar pie con bola en Balaídos. Que Dani se va a tragar tres goles. Que nos meteremos dos goles en propia puerta. Estoy seguro de que la defensa va a ser un coladero y que Ogbeche y Ramis van a fallar veinticuatro goles cada uno a puerta vacía. De todas formas, si todo esto sucede de verdad les juro que dejo de escribir de fútbol y me hago comentarista de ajedrez.

Bromas aparte, se percibe otro estado de ánimo en el cadismo. Hace unas cuantas semanas muchos aficionados habrían apostado a ciegas que el Cádiz bajaba de categoría y ahora mismo hay motivos para la esperanza, que no para la ilusión; que son dos cosas bien distintas. Ni los equipos de arriba ni los de abajo se van a encontrar con otra temporada tan atípica en años. Por arriba hay equipos como el Betis que están dando una de cal y otra de arena y están ahí, a nada del ascenso a pesar de su irregularidad.

Y por abajo, más de lo mismo. Para ejemplo, el Cádiz, que a pesar de su pésima campaña está a nada de salir de la porquería. Es cuestión de mentalizarse, de hacer los deberes, de ganar dos o tres partidos seguidos y empezar a coger aire, comenzar a ver el futuro de otra manera.

El Cádiz necesita como el comer empalmar esos resultados consecutivos para relajarse un poco y empezar a planificar la temporada que viene. Si nos quedamos en Segunda A la afición volverá a responder. El cadista tiene mucho de ese carnavalero que todos los años cuando termina el carnaval dice: "Yo ya no salgo más". No sé si llevaremos ese cromosoma G de Gadita en la sangre, pero al final todos volvemos a caer en el veneno, ya sea carnavalero o futbolero.

En Cádiz hay ganas de que todo esto se acabe, de que se termine la amenaza de otro batacazo deportivo. Y para ello, el primer capítulo de lo que queda se escribe hoy en Vigo. Esperemos que los Celtas de hoy sean cortos y sin boquilla, para seguir con ese "fumando espero" de Sara Montiel. Esperando que todo esto sea un mal sueño del que hay que despertarse para celebrar el Centenario como nos merecemos.

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