Si alguien sigue con interés la sección de efemérides de este periódico, vemos que muchas de las noticias que ocurrieron hace años deberían hacernos reflexionar para tener un poco de perspectiva en el tiempo y, sobre todo, conocer de donde venimos. En este día de Cuaresma tardía no paramos de ver noticias en las que nos enumeran el número de cofradías que podían salir a la calle. Seis, diez, una docena como máximo que conseguían reunir el dinero para poder llevar a cabo su estación de penitencia anual. Las cofradías, en un momento de mucha mayor religiosidad que el actual, se las veían y se las deseaban para poder salir de su templo cada año. Hoy en día siguen pasando por estrecheces pero los tiempos han cambiado. Ahora los problemas vienen por una hora arriba o abajo, por los estatutos o por las gestoras. A veces conviene mirar un poco el retrovisor.