HASTA fecha reciente los científicos tenían por confirmado que la primera vez que los extraterrestres llegaron a la provincia de Cádiz lo hicieron en Jerez y la primera frase que pronunciaron fue "picoco, picoco". Recientes descubrimientos nos permiten asegurar que aunque tal avistamiento es cierto, los visitantes de otros mundos han frecuentado nuestra tierra en múltiples ocasiones. Incluso se han hallado certidumbres de que algunos de estos visitantes viven en nuestra ciudad confundidos entre la población. Muchas personas con comportamientos extravagantes, gente de aspecto o actitud un poco rara, esconden en realidad a un alienígena, un durmiente que vive entre nosotros. El método científico permite conocer esta realidad oculta hasta ahora. Sin ánimo de ofender podemos ofrecer algunos ejemplos avalados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y que van a ser publicados en el próximo número de las revistas Sciencie y Nature. Son los últimos hallazgos que van a revolucionar el mundo científico. Por ejemplo, ¿qué creen ustedes que es esa reunión de los llamados Caballeros Hospitalarios sino una tenida de seres llegados de Ganímedes? Sería inexplicable desde otro punto de vista que personas normales y corrientes fueran a Isi a alquilarse chaqués, se pusieran mantillas o uniformes de opereta si no fuera porque se trata de una reunión de visitantes de otro planeta. Por ejemplo, los Hernández y Fernández del Ateneo, el del sombrero y el de las papitas sobre el muelle, ¿creen ustedes que semejante pareja puede darse entre elementos de nuestra especie? Ningún homo sapiens actuaría así. Esa familia de coristas, ninfas y autores de carteles de carnaval tiene toda la rareza y el misterio de lo extraordinario, algo insólito en este desconsolado planeta. Y por último el mejor de los hallazgos proviene de la plantilla de Delphi. Descubrimientos de elevado rigor científico, incluidas pruebas de ADN, nos han permitido comprobar que en esa plantilla había un gran número de seres de otra galaxia. Si no díganme ustedes cómo puede explicarse que gente que pedía guerra si cerraban su empresa hagan un plante porque les hacían ir a clase el viernes del puente o los más de 200 que con 52 años quieren prejubilarse. Sólo podría explicarse en Cuarto milenio, de Iker Jiménez .