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Fernando / Santiago

Esencias de Cádiz

MENOS mal que acabamos de enterarnos en qué consiste la esencia de Cádiz. Tanto tiempo esperando para saberlo y al final lo conocemos por mor del bautizo del Consejero de Presidencia, al explicar el contenido de la garrafa con la que fue ungido: "agua de la Caleta, playa, sol, poniente, levante, gotas de vino de la tierra, aires de gracia y humor, esencias de libertad, resonancias flamencas y carnavalescas, algo fenicio, genovés e hispanoamericano". Como cantaba el estribillo de la comparsa El Brujo ¡al caldero!. Ya sabemos que en las esencias de Cádiz no está el equipo amarillo, lo cual es un descanso, con tanto neocadista como anda por ahí dando la tabarra. Si le hubieran puesto alcohol ya tendrían al submarino en la fórmula magistral de Cádiz, porque al final el resultado no da igual. Menos mal que a sus seguidores no les importa que nunca vayan a ser campeones porque sino tendríamos una recogida de firmas y una petición de palabra en el próximo pleno, que en Cádiz somos mucho de una plataforma y de una firma. Tampoco está en la fórmula la Semana Santa, lo cual ya empieza a escamar. ¿No se podría haber echado un poco de incienso, que no costaba nada? Hubiera hecho feliz a miles de gaditanos que abarrotan las calles durante la semana de pasión, a cientos de cofrades que cargan pasos o visten de penitentes. Qué falta de delicadeza con tanto fervor religioso. No se sabe con certeza a quien se debe la fórmula, aunque podemos pensar que a José María Pemán, muñidor de grandes tópicos gaditanos , o quizás al "maduro y experimentado abogado que ha prestado importantes servicios a su ciudad" según propia definición. Lo raro es que el que fuera presidente de la Academia de la Lengua dejase fuera tamaña tradición. Si se rehiciese la fórmula ahora habría que poner una bufanda del Cádiz impregnada en Ballantines, un cirio tiniebla y un pito de caña. Las tres patas del Cádiz profundo.

Visto lo visto soy un traidor ya que no cumplo los requisitos esenciales. Para los que no han nacido en la ciudad pero viven entre nosotros igual les pondrán el catálogo de costumbres que defiende Rajoy versión arenas, vientos, esencias y toques. Luego habrá que tomarles la lección a ver si les damos el visado o los expulsamos de la república gaditana. Que hable el candidato a subdirector del Bicentenario.

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