Cuevas para destrozar

Las cuevas prehistóricas de la provincia representan a España en la Eurovisión del maltrato patrimonial

La Diputación, que tanto se preocupa por el turismo en Fitur, podría organizar una ruta por las casi 300 cuevas prehistóricas de la provincia, principalmente ubicadas en el Campo de Gibraltar y la Janda. Fueron preseleccionadas entre los 12 monumentos más amenazados de Europa. Un grupo de expertos en historia, arqueología, arquitectura, especialistas en conservación de monumentos y economistas elabora cada año un listado, y finalmente eligen a los siete monumentos más amenazados de Europa, algo así como las siete maravillas europeas en trance de extinción. Las cuevas prehistóricas de Cádiz representan a España en esta Eurovisión del maltrato patrimonial. Para saber si figura entre las siete peores habrá que esperar al próximo día 15.

Es lamentable que una provincia presuntamente turística descuide de tal modo su patrimonio histórico. Todavía es más chocante porque las cuevas de Gibraltar fueron nombradas patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco, mientras que sus vecinas del Campo no, a pesar de que el Parlamento Andaluz aprobó el inicio de los trámites en 2006. El PP presentó una moción en la Diputación para pedir a la Junta que lo reactive. ¿Y eso preocupa a Susana Díaz? Están ocupados con otros temas que dan más votos que las cuevas del Arte Rupestre.

En Cádiz, que aún es la capital de la provincia y sede de las Diputación, se le debe prestar más atención a ese tesoro maltratado de la provincia. En la capital, las principales cuevas que se conocen son las de María Moco y el Beaterio. También se ha conocido La cueva del Pájaro Azul, que funcionaba para otras actividades. Por supuesto, excluyo a la Santa Cueva, que es la mejor.

Hispania Nostra ha alertado de la pésima conservación de las cuevas prehistóricas de la provincia. Es un conjunto excepcional: "uno de los mayores y más importantes de Europa que abarca 20.000 años, desde el Paleolítico Superior a la Edad de Hierro". Incluyen pinturas y grabados de animales y seres humanos, propios del Arte Esquemático de la Península Ibérica.

Allí se ha notado la mano del hombre pillín de nuestros días. La mayoría de esas cuevas sufren grafitis, pintadas, arañazos, se usan como basureros y se han quemado con hogueras. Por lo que les han causado "mayores daños que los procesos naturales durante miles de años".

Ahí se ve que el homo sapiens provincial de hoy puede ser más bestia que el del Paleolítico Superior. Hay que transformar el vicio en virtud y salvar estas cuevas.

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