Rezaba un viejo dicho popular que "Cádiz es tan antiguo que no quedan ni ruinas". Este pueblo, que vio derribar unas murallas que ahora serían una atracción turística de primer orden, ve como ahora quieren dar en el suelo con el faro de San Sebastián, para conmemorar una efeméride. Precisamente al año siguiente del 2012 el faro cumpliría "sólo" 100 años. Y como no es de piedra ni se nota, el Consorcio del Bicentenario quiere hacerlo desaparecer para construir ¡otro edificio emblemático! Va a resultar que el pecado por el que va a pagar el faro es no tener cien años más. Con toda la razón, los vecinos de Santa María, piensan que para emblema, emblema, el de tener una casa digna. Más valdría, como en otros tiempos se hizo a Álvaro Siza en el Campo del Sur, encargar a arquitectos de prestigio el diseño de viviendas para todos. Un casco histórico libre de infravivienda, ése sí que sería un hito.