E L monotema sobre el que deberíamos estar todos rumiando bien fuerte es el Apocalipsis a cachitos que estamos viviendo. Lo tenemos en estos veroños eternos; en las trombas dignas de monzón; en los huracanes leviatánicos; en las tormentas tropicales en Irlanda; en las paredes de fuego que hemos tenido tan cerca estos días y este verano (en Galicia, en Doñana). Y luego están aquellos exterminios que apenas cuentan en letra pequeña: en este caso, diminuta de verdad, pues se refieren a insectos. Según registros de las reservas naturales de Alemania, la población de insectos ha disminuido un 75% en los últimos 25 años, dando el pistoletazo de salida a lo que califican como un "Argameddon ecológico". Cifras que se unen a las del colapso de las colmenas, haciéndonos pensar en esas imágenes tan potentes de los polinizadores manuales en China o en las abejas drones de Blackmirror: distopía de la que estamos a un chasquido.