Buena prueba de que la Carta de Cádiz va de hoteles y restaurantes es lo que dijo usted, señor consejero Espadas, en el Foro de Cádiz: "Pondremos toda la carne en el asador para el Bicentenario". Es decir que para el Bicentenario tendrán ustedes un asador. Ahora se entiende mejor el nombre del logotipo: La Pepa 2012. Ese es el nombre del asador, que Gaspar se lo ha copiado por la cara al restaurante de Madrid y a la arrocería del Paseo Marítimo. En Cádiz, precisamente, si se pone toda la carne en el asador, lo que más gusta es repartirla luego al público en Carnaval. Hasta ahora se repartían erizos, ostiones, pestiños, panizas y cosas así, pero carne de ternera retinta no. Es una iniciativa muy rumbosa, que dará prestigio y caché a los actos del 2012.

Como quieren escribir ustedes la Carta de Cádiz, a ver si le ponéis algunas cosas bonitas. Y no me refiero sólo a eso tan cursi de que haya trabajo para todos los parados de las industrias de la Bahía, y a que vamos a apostar por la innovación y el empleo de calidad para que Cádiz sea un referente en el sur de Europa. Tampoco le pongáis nada de que vamos a cumplir en plazo todos los proyectos en marcha, como el puente, el AVE y el hospital. Entre las cosas bonitas que se deben poner en esa Carta estaría la rehabilitación auténtica del casco antiguo de Cádiz, sí, pero sin limitarse al repaso de fachadas para hacer el paripé, sino a que las casas sirvan para vivir en ellas, que es lo que quieren los gaditanos.

Hay que reconocerle, señor consejero Espadas, que usted es nuevo y tiene buenas intenciones. Le tendió una mano al Ayuntamiento para la vivienda y las rehabilitaciones. Lo que pasa es que esa mano la quieren en el Ayuntamiento tendida ¡y cargada de billetes! A la espera de que echen la Carta en los leones de Correos y llegue antes de 2012, le envío un cordial saludo.