Desde noviembre de 2008, fecha en que la crisis ya existente se transformó en un fenómeno mediático en nuestro país, Cáritas ha constatado un aumento exponencial en las colaboraciones planteadas por el sector empresarial. Esta tendencia, que pone de manifiesto la solidaridad de las empresas, nos obliga al mismo tiempo a realizar un esfuerzo para reconducir y adaptar su deseo de colaborar, hacia la forma de ser y hacer de Cáritas y hacia las necesidades y demandas reales de los colectivos a los que atendemos. En Cádiz es a través del Programa EMPRESAS CON CORAZÓN, como organizamos estas colaboraciones.

Desde el momento en que entramos en contacto con la empresa, se inicia un diálogo previo con nuestro interlocutor, a través del cual tenemos la oportunidad de conocer cuál es su verdadera motivación, e identificar si la colaboración se enmarca dentro de su estrategia de RSC, de su política de acción social, o es una mera iniciativa de marketing con causa.

Por nuestra experiencia, son cada vez más las empresas y los empresarios que integran su acción social dentro de una estrategia de Responsabilidad Social, y que, de la mano de Cáritas, involucran a todos sus grupos de interés en la mejora de las comunidades en las que operan. Desde el trabajo que Cáritas lleva a cabo con las empresas, nuestro objetivo es fomentar este tipo de colaboraciones, integradoras y estables.

Una vez identificada la motivación de la propuesta, entraríamos en una de las fases más gratificantes en nuestra relación con la empresa, ya que podemos informar y sensibilizar a nuestro interlocutor sobre cómo Cáritas actúa en favor de los colectivos más desfavorecidos, antes, durante y después de la crisis.

En este sentido, queremos matizar que algunas empresas, en un inicio, desean colaborar en proyectos de carácter asistencialista, como pueden ser los comedores sociales. Este deseo es comprensible, teniendo en cuenta los mensajes que se lanzan en los medios de comunicación. Es aquí donde surge la necesidad de profundizar en cómo desde los centros y servicios de ayuda de Cáritas, no sólo ofrecemos ayuda urgente para cubrir necesidades básicas, sino que, desde la calidez y la cercanía, ofrecemos un acompañamiento integral dirigido a la promoción de la persona. Incidimos en el hecho de que dicho acompañamiento va dirigido a ofrecer soluciones sostenibles a situaciones sociales más urgentes, como el acceso al empleo o a la vivienda. Hacemos también especial énfasis en que nuestros itinerarios y programas de inserción se orientan a la recuperación de la esperanza, como elemento vital para que las personas con las que trabajamos superen las condiciones de precariedad y vulnerabilidad en las que se encuentran.

Este proceso de información y sensibilización suele desembocar en el firme convencimiento por parte de la empresa de que su colaboración ha de englobarse en una dimensión más profunda y estructural. La empresa comienza a ser consciente de su rol como actor social para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas a las que Cáritas atiende. Iniciamos así un diálogo constructivo con la persona, que nos permite poner la creatividad al servicio de nuestra acción.

A través de una relación cercana basada en el diálogo y en la confianza, y de una labor continua de información y sensibilización a los distintos grupos e interés de la empresa, generamos colaboraciones sostenibles y estables. De esta forma, logramos que la empresa y las personas que la conforman, más allá de donantes, se conviertan en firmes aliados en nuestra misión de luchar por un mundo más justo y solidario; que sean EMPRESAS CON CORAZÓN.