Bulerías

Estamos en la temporada de las bulerías. Tengan cuidado. Se lanza el bulo y que le den por... saco

Gracias a las redes sociales, a Internet, a todos los adelantos, estamos tan bien comunicados que a veces se mete la pata hasta el fondo. Véase lo que ha ocurrido en las últimas horas con los falsos despidos de Navantia. El alcalde de Cádiz, José María González Santos, emitió un comunicado por un supuesto recorte de plantilla que no existía. Tanto el origen como las consecuencias fueron pintorescos, si no fuera grave que en esa trampa hayan caído personas con cargos relevantes. Para colmo, por la noche, en las redes sociales, supuestos policías anunciaron riesgos de atentados inminentes, aprovechando el miedo de Londres. Estamos en la temporada de las bulerías. Tengan cuidado. Se lanza el bulo y que le den por… saco.

El bulo al que se hacía referencia en el comunicado del alcalde, sobre los despidos de Navantia, se relacionaba con una supuesta respuesta parlamentaria a Javier Cano, diputado de Ciudadanos. Según aclaró él mismo, no le contestaron eso, ni tampoco ahora. El señor González Santos había confundido la reorganización de la plantilla (que ha pedido hasta el presidente del comité de empresa, Antonio Noria, para rejuvenecerla) con una tanda de despidos, por los que iba a pedir explicaciones a la SEPI en el próximo pleno municipal de Cádiz.

De disparate en disparate, y tira porque te toca. Al tener conocimiento de este asunto, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, dice en una entrevista en la SER que no es de recibo "que nos enteremos de una noticia de este calado por una contestación a un diputado". Pero lo que no es de recibo, en un caso de tanto calado, es que un hombre de por sí prudente, como Jiménez Barrios, se lance sin paracaídas y se estrelle de semejante manera. Sin hacer las comprobaciones previas que por su cargo bien pudiera.

Para que no falte de nada, en esta gran fiesta de la bulería, por la noche se volvieron a difundir mentiras. Tras el atentado de Londres, se propagó un rumor sobre ataques inminentes en España. Para evitarlos la Policía estaba vigilando los aeropuertos y las estaciones. Había supuestas amenazas de que actuarían de inmediato en Barcelona, Madrid o Valencia. Los policías estaban en alerta máxima. Se pedía a la gente que no acudiera a concentraciones masivas…

Tenemos tanta facilidad para acceder a la información que se favorecen las mentiras. No es la primera vez que matan a un vivo, o que inventan noticias. Pero ahora da la impresión de que hay profesionales de la bulería. Se aprovechan de los que ignoran lo más elemental. Toda noticia tiene un requisito previo: comprobar que es verdadera.

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