HACE dos semanas el presidente Chaves pedía a los ayuntamientos andaluces que arrimaran el hombro. Ignoro, con esto del verano, si han empezado a hacerlo. La crisis trae estas partidas, hemos de arrimar el hombro todos, no sólo los ayuntamientos. Claro que ahora que lo pienso, si Manuel Chaves pide a los ayuntamientos que arrimen el hombro, desde su posición de presidente de la Junta, esto debe querer decir que él mismo, en la Junta, ha determinado, porque puede, que se arrime el hombro de una manera completa. Digo yo.

Desde los distintos poderes políticos el hombro se arrima de un modo determinado, pero desde fuera, desde la sociedad libre, la empresa libre, el mercado libre... ¿cómo se hace eso, cómo arrima el hombro, por ejemplo, el Banco de Santander, que dicen que es uno de los mejores bancos del mundo? ¿Y Unicaja? Si la manera de arrimar el hombro es aplicar el sencillo mecanismo de la tijera, entonces Galdós podía gritar desde el más allá su famoso grito: "¡Qué medicina es ésta, que no sabe curar sino cortando!"

Las crisis tienen una primera derivada de actitud incomprensiva, de no entender nada. Pero la inmediata es la reacción. Hay que hacer algo. Chaves dice que es preciso arrimar el hombro y el ministro Sebastián se quita la corbata y nos regala dos bombillas de bajo consumo. Algo es algo. Y además nos aconsejan no pasar de 90 con el coche, usar los transportes públicos, poner el aire a 24 grados y, en general, hacer pequeñas cosas que sumadas den una verdadera y efectiva reducción de la factura del petróleo.

...Estaba diciendo que el algo que se hace es recortar por aquí y por allá. Arrimar el hombro y apretarse el cinturón son las dos recetas clásicas de España para las crisis económicas. Y la congelación de los salarios de los empleados públicos. Esta es impepinable. Y patriótica. Que nos digan el modo de defender la patria siempre es patriótico, Zapatero lo sabe, y por eso manda a Sebastián sin corbata al ministerio, nos regala bombillas no incandescentes y nos da buenos consejos para ahorrar nosotros y el país. La patria es la patria. Si congela es porque no hay más remedio. Hay que hacer lo que hay que hacer antes de llegar a los gastos sociales, que son intocables, a las pensiones no contributivas, al salario mínimo... ¡Qué buenas son las hermanas ursulinas, qué buenas son que nos llevan de excursión!

Pero bueno, estábamos arrimando el hombro, siendo patrióticos, ahorrando, preparándonos para entrar en la congelación salarial, afrontando la crisis que primero no era y luego lo está siendo, para nuestro quebranto. Y los ayuntamientos tienen que dar ejemplo, o sea. Como es la más cercana al ciudadano, que el ciudadano lo perciba antes que nada.