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Tiempos modernos

Bernardo Díaz Nosty

Aldeanos globales

CUANDO se daban en España los primeros hervores a la sociedad de la información surgió la idea de crear, en una pequeña capital de provincias, un foro sobre comunicación y nuevas tecnologías con un enunciado que recordaba uno de los paradigmas de McLuhan: Cuenca, aldea global. La iniciativa, avalada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, alteró la proverbial templanza de los conquenses. Desconocedores de la obra del pensador canadiense, entendieron la propuesta como un insulto inaceptable que convertiría la capital en un villorrio. El proyecto estuvo a punto de fracasar, pero se encontró una salida que salvaba la honra local a costa del parentesco con McLuhan: Cuenca, ciudad global… El concepto de "aldea global" hacía referencia a la sociedad interconectada, al cambio de los factores tiempo y espacio en las comunicaciones y a la futura cultura de la red.

Se pensaba entonces que las extensiones tecnológicas eran una especie de panacea capaz de alterar los ciclos de la evolución cultural y económica. Se acortarían los retardos de las sociedades más pobres y éstas abrazarían el progreso sin necesidad de pasar por etapas intermedias. En la aldea global, todos seríamos un barrio de Nueva York…

John B. Thompson, profesor de Cambridge, ha comprobado que los procesos de cambio no son lineales y que ciertos usos tecnológicos pueden manifestarse, en ocasiones, como aislantes de la modernidad. Las aplicaciones de las nuevas tecnologías en sociedades salidas de la pobreza, cuando no se acompañan de políticas de innovación cultural y social, pueden activar un neocostumbrismo donde lo arcaico se blinda con aparentes atributos de modernidad. En tales casos, las nuevas tecnologías, en lugar de favorecer el cosmopolitismo de la aldea global, convierten a esas sociedades en reductos de aldeanos globales.

En nuestra comunidad, es conocida la resistencia política a acometer un impulso mediático-cultural coherente con otras estrategias públicas y necesario para el ingreso de Andalucía en la sociedad del conocimiento. La semana pasada, en la Universidad de Stanford, David Nordfors enunciaba ante los líderes del Silicon Valley, relevantes periodistas norteamericanos y un amplio auditorio internacional los paradigmas del Innovation Journalism: que llama a los medios a jugar un papel determinante en los procesos de modernización y de transmisión de la innovación. No obstante, muy cerca, en un hotel de Palo Alto, se pudieron verificar las prevenciones de Thompson. Cuando era mediodía en California y había caído la noche en Andalucía, fue posible ver, a través de internet, un programa de una lejana televisión autonómica que, en su mejor estilo, negaba las virtudes cosmopolitas de la aldea global y mostraba al mundo el espíritu aldeano...

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