Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

La Aduana

La ciudad de Cádiz está llena de mamarrachos promovidos por genios de la política y de la arquitectura de cada momento

Estoy a favor del derribo de la Aduana. Se materializó un atropello al calor de la recogida de firmas con el único fin de hacerle la puñeta al Ayuntamiento de Cádiz. Quizás el hoy senador Paco Cabaña y la entonces delegada de Cultura de la Junta y antes asesora de Cabaña, Yolanda Peinado, podrían explicar la celeridad con la que la Junta acordó proteger un edificio que a todas luces es un mamarracho. Ni el más optimista de los abajo firmantes podría esperar algo así, aunque alguno ya tuvo éxito para impedir que la Junta se hiciese con el Oratorio de San Felipe Neri. La Aduana es un armatoste igual que lo era la Comandancia de Marina, que fue al suelo sin problemas . De la misma manera lo son los edificios de Sanidad Exterior o de la antigua Organización de Estibadores Portuarios. No sé nada sobre las consideraciones estéticas acerca del valor de la arquitectura. A mí no me gusta la Aduana y creo que está muy mal ubicada al tapar el bello edificio de la antigua Estación de Ferrocarril. Tampoco me gusta la pérgola de Santa Bárbara, ganada en un concurso de arquitectura, ni el Hotel Atlántico, ni el Pabellón del Casco Antiguo, ni el Teatro Cómico. Burradas llevadas a cabo en las últimas décadas que las generaciones venideras nos reprocharán como hacemos nosotros con los promotores y diseñadores del edificio de la Aduana. Cádiz está llena de mamarrachos promovidos por genios de la política y la arquitectura de cada momento.

Estoy a favor de que se ejecute de una vez el Plan Plaza de Sevilla, que lleva lo menos 15 años para su desarrollo: el cúmulo de incompetencias de Adif, Junta de Andalucía y Ayuntamiento hace que una operación fundamental no tenga visos de concluir a medio plazo. Dicho todo lo anterior: ¿estamos en situación de tirar un edificio que se encuentra en uso y en buen estado? No dudo, reitero, de su intrínseca fealdad y de las bondades urbanísticas del derribo pero creo que sería un despilfarro de recursos público que el Estado tire un edificio y levante otro justo al lado para dedicarlo al mismo fin aunque para ello se utilicen plusvalías urbanísticas, que en Cádiz las cosas se hacen así, sea un hospital, una comisaría, una Ciudad de la Justicia o cualquier otro proyecto. Aquí, salvo el nuevo puente, nada se hace con inversión de los Presupuestos Generales del Estado o de Andalucía. Supongo que tarde o temprano se tirará la Aduana dado la talla intelectual y profesional de quienes lo defienden pero habría que pensar también en el aspecto económico de la operación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios